Sólo hay una razón justificada para lamer una pared: que un espagueti se haya quedado pegado en ella. Cualquier otra situación precisará de toneladas de excusas para convencer al que te vea (y a ti mismo) de que tu aislamiento social y tu confusión de realidades no han vuelto a hacer de las suyas. A no ser que tus paredes estén cubiertas con el papel pintado de la agencia Mischief PR.
Salpicado de 1.325 galletas reales, este papel cubre ahora un ascensor londinense, aunque se espera una próxima distribución a nivel global. Esto supondrá un cambio drástico en el modus operandi de las agencias inmobiliarias, que deberán enseñar los pisos por sabores, y también en aquellas pobres almas que tengan que ver varios pisos en una sola jornada, que podrán encenderse cerillas en la lengua después de haber comprobado que ninguna habitación está caducada.
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