En una presunta venganza, Mackowiak, de 34 años, le administró una fuerte dosis de anestesia y le arrancó, uno a uno todos los dientes, no faltó ninguno.
Al término de la intervención, ella le envolvió la cabeza y la mandíbula con vendas para impedir que abriera la boca.
"Yo no tenía ninguna razón para dudar de ella, quiero decir, pensaba que era una profesional. Pero cuando llegué a casa me miré en el espejo y no podía creerlo, ella había vaciado mi boca", señaló Olszewski, de 45 años.
"Sabía que algo andaba mal, porque cuando me desperté, no podía sentir los dientes y tenía la mandíbula atada con vendas", recordó el hombre, quien además se quedó sin su actual pareja.
"Mi nueva novia me dejó, dice que no puede estar con un hombre sin dientes", y agregó, "ahora tengo que gastar mucho dinero en una nueva dentadura".
Mackowiak, que es dentista en Wroclaw, Polonia, ahora está siendo investigada por negligencia médica. Su venganza podría costarle tres años de cárcel.
"Traté de ser profesional y separar mi trabajo de mis emociones, pero cuando lo vi en la silla pensé: ¡qué desgraciado!", relató Mackowiak.
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