"La bioluminiscencia es uno de los temas más misteriosos de la biología de los tiburones. Más de 10% de las especies de tiburón son luminosas", Julien Claes, director de la investigación
Son tiburones que caben en la palma de la mano, que viven en las profundidades del océano y que tienen las claves para entender el origen de los tiburones que brillan.
Científicos de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica están investigando una especie diminuta del sudeste asiático que tiene órganos luminiscentes que les permiten brillar.
"La bioluminiscencia es uno de los temas más misteriosos de la biología de los tiburones. Más de 10% de las especies de tiburón son luminosas", comentó a la BBC Julien Claes, director de la investigación.
Mediante la producción de una hormona llamada prolactina, algunas especies de tiburones pueden irradiar ráfagas de luz azul que utilizan para comunicarse en aguas oscuras donde la visibilidad es mínima.
Es el caso de los llamados tiburones linterna que utilizan esta habilidad para comunicarse.
Dicha hormona tiene el efecto contrario en los tiburones diminutos analizados en el estudio.
"La prolactina, que activa la luz de los tiburones linterna, apaga el brillo de los tiburones pigmeo. Lo cual nos da una pista de cómo evolucionó el control de la luminosidad", explicó Claes.
La evolución del camuflaje
Los científicos se refieren a la luz emitida por las especies de tiburones luminosos como una "contra-iluminación" para camuflarse en la luz del sol.
"Sin esa luminosidad sus siluetas podrían ser fácilmente detectables por otras especies y por amenazas externas", detalló el investigador.
Con el fin de comparar la capacidad lumínica de diferentes tiburones el equipo de Claes decidió investigar a los tiburones diminutos o pigmeos, como también se les conoce.
El tiburón, que mide sólo 22 centímetros de largo, es una de las especies más pequeñas que existen.
Por la noche los tiburones pigmeo bajan a profundidades de 2.000 metros.
Según Claes el control del brillo, aparentemente menos avanzado en su caso, da una idea de cómo evolucionó la capacidad lumínica.
Claes explicó que los tiburones enanos podrían secretar pequeñas cantidades de prolactina en su torrente sanguíneo para que su brillo disminuya lentamente.
Apagar y encender la luz
El estudio sospecha que la producción de luz en los primeros tiburones luminosos era más parecida a la de los tiburones pigmeo.
"Los antepasados de los tiburones linterna utilizaron la prolactina como un interruptor para apagar y encender el brillo. En ese sentido el tiburón pigmeo es el eslabón perdido en la evolución de los tiburones que brillan", detalló el experto.
"Es probable que el control de la luminosidad evolucionó a partir del camuflaje de los tiburones de aguas poco profundas", le explicó a la BBC.
Los tiburones en los mares poco profundos pueden ser presa de amenazas externas, pero como un mecanismo de defensa son capaces de variar los colores de su piel para mezclarse con el entorno.
Claes detalla que la producción de diferentes hormonas pueden provocar manchas claras y oscuras en la piel del tiburón.
"Esta es la base para el control de la luminosidad de las especies de tiburones de aguas profundas que brillan intensamente", agregó.
Por tanto el resplandor que producen los tiburones pigmeos y los tiburones linterna tiburones pueden apagar o encender su brillo dependiendo del lugar en el que están. Esto mediante la activación de parches de colores claros y oscuros en su piel.
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