"La única manera de que este negocio falle es que la gente ame levantar los desechos de sus mascotas", explica Jacob D'Aniello, fundador de DoodyCalls. "Y creemos que eso nunca va a ocurrir", remata con una sonrisa en su boca. Y aclara que no es que los dueños de los perros sean vagos, pero que levantar los residuos de sus mascotas es una tarea poco placentera y quita tiempo. DoodyCalls entonces le permite a los clientes, previo pago de una pequeña suma, disfrutar un poco más de la vida sin tener que preocuparse por esa desagradable tarea.
Fundada en el año 2000 DoodyCalls ahora es una empresa que factura 4.5 millones de dólares anuales y tiene presencia en 22 estados con 55 franquicias. Así que ahora no hay excusas. ¿Tu vecindario está sucio? Puede ser el comienzo de un nuevo y millonario negocio...
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