Hay veces que lo que uno piensa o escribe se puede volver realidad, quedando como una simple coincidencia... No es que uno tenga voz de profeta, pero hay veces que sin quererlo podemos predecir el futuro... Una historia, un comentario o hasta un simple tweet puede ser suficiente para predecir un acontecimiento.
Tal y como pasa en la cinta Destino Final, en donde un sueño fue suficiente para presagiar una tragedia, ¿coincidencia o no? Hay situaciones que son inexplicables... Probablemente la tragedia del Titanic fue producto de una obra literaria o quizá sólo fue una casualidad... Sea como sea, el sitio cracked.com presenta algunos casos de coincidencias aterradoras.
La Narración de Arthur Gordon Pym. Edgar Allan Poe cuenta cómo tres náufragos matan a un cuarto, llamado Richard Parker, y se lo comen. Cincuenta años después los náufragos del Mignonette hicieron lo mismo con el grumete Richard Parker.
El Profeta de Desastres. El productor Irwin Allen se considera "profeta de desastres". En 1972 estrenó La Aventura del Poseidón y tiempo después el barco Queen Maryse se hundió. Dos años después, tras el estreno de Infierno en la Torre, ardieron tres rascacielos en Brasil.
Morgan Robertson. Este escritor es famoso por escribir una novela llamada Futility, or the Wreck of the Titan, en la cual un transatlántico llamado "Titán" se hundía en las aguas del océano Atlántico al chocar con un iceberg.
El "Titán" se parecía de manera desconcertante al famoso transatlántico Titanic, el cual describe de manera casi idéntica, coincidiendo incluso con su peso, longitud y capacidad de pasajeros. Robertson también menciona que el "Titán" era un buque con exceso de lujos que llevaba una cantidad insuficiente de botes salvavidas, al igual que el Titanic. También coincidía el apellido del capitán; Smith. Lo más asombroso es que el libro fue escrito 14 años antes del hundimiento del Titanic.
A.J. Talbot. En 1938 el autor A.J. Talbot, publicó una breve comedia, Chez Boguskovsky, sobre un hombre que robaba una joyería del Museo del Louvre. Un año más tarde el ladrón Boguskovsky robó un cuadro del museo parisino.
Hershey. En 1974, en la fábrica de dulces Pepperidge Farm en Pensylvania, uno de los trabajadores falleció al caer accidentalmente en un tanque de chocolate líquido. Se llamaba Robert C. H. Hershey.
Los hijos asesinados. El 13 de febrero de 1746 el francés Jean-Marie Dubarry fue ejecutado por haber asesinado a su padre. Exactamente un siglo después un hombre con el mismo nombre fue ejecutado por el mismo delito.
El náufrago Hugh Williams. Un barco en el estrecho de Menai se hundió el 15 de diciembre de 1664, en la costa norte de Gales. Todos los pasajeros murieron, excepto un hombre llamado Hugh Williams. Más de un siglo después, el 5 de diciembre de 1785, sucedió otro naufragio en el que perdieron la vida 60 de los 61 pasajeros que iban a bordo. El hombre que sobrevivió llevaba por nombre Hugh Williams.
Vario años después, el 5 de agosto de 1860, un tercer barco naufragó, causando la muerte de 25 personas. Sólo una quedó con vida, Hugh Williams.
Greenberry Hill. El 17 de octubre de 1678, murió asesinado el juez de paz inglés Edmund B. Godfrey. Su cuerpo se halló en una zanja de Greenberry Hill, Londres. Los tres culpables se apellidaban Green, Berry y Hill.
El verdadero Harry Potter. Un jardinero que trabajaba en la parte trasera de una iglesia de Yorkshire, Inglaterra, se llevó una gran sorpresa cuando removía la maleza, pues se encontró con la tumba de Harry Potter, un joven que falleció a los 19 años de edad.
La coincidencia de este caso se encuentra en que el sacerdote a cargo de la iglesia, es el reverendo Richard Rowling, quien lleva el mismo apellido que la escritora de la saga del niño mago.
Siempre la misma mujer. El turco Solimán Guresci logró divorciarse en 1986. Soltero de nuevo, acudió a una agencia de encuentros para hallar una nueva mujer. La base de datos (con 2 mil mujeres) arrojó el nombre de Nesrin Caglasas, su antigua esposa.
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