«Perdí mi reputación y no la volví a echar de menos». Lo decía Mae West, aquella mujer fatal sin paciencia para insinuarse que prefería preguntar a bocajarro si aquello del bolsillo era una pistola o una insurreción hormonal.
Lo mismo pasaba antes con la virginidad. Se perdía y no volvía a encontrarse. Hasta que la ciencia ha dado un paso al frente para remediar tamaño entuerto. Y poner al alcance de cualquier mujer la posibilidad de sentirse doncella las veces que haga falta. Todo al módico precio de 44 dólares.
El milagro ha ocurrido en la India, donde acaba de lanzarse la crema «Otra vez 18». Un compuesto alquímico que tensa las paredes de la vagina para lograr un eterno efecto primera vez.
Elaborado con polvo de oro, aloe (que se confirma vale para todo) y almendras y metido en un bote rojo, se ha convertido en remedio mágico contra el mal de la experiencia.
El anuncio del producto es un monumento al kitsch en versión Bollywood. Una mujer que revolotea en torno a su marido envuelta en un sari (y enfrente de sus suegros, por alguna extraña razón) clamando sensualmente: «Me siento como una virgen».
El asunto acaba en tango entre la pareja, a falta de algo más explícito y por la cosa de que la publicidad se emite en horario de menores. Y aún más. El último fotograma exhibe a la propia suegra precipitándose sobre un ordenador para encargar el mítico bálsamo por internet.
«Otra vez 18» ha causado furor en el país asiático, tanto por las ventas como por las voces que se han alzado en contra de una crema que al fin y al cabo no hace más que perpetuar el tabú de la virginidad antes del matrimonio.
«Es un producto único y revolucionario que también favorece la autoestima de las mujeres», declara a los cuatro vientos Rishi Bhatia, dueño de Ultratech, la empresa que comercializa la crema, según la BBC.
Pero médicos y asociaciones de mujeres indias han puesto el grito en el cielo porque el producto abunda en una obsesión por la virginidad que choca cada vez más a menudo con la realidad.
Una encuesta de 'India Today' mostraba el año pasado que sólo el 19% de los 5.000 encuestados veía bien la idea del sexo antes del matrimonio. Eso, de ser descubiertos. Pero la cosa cambia si se pueden borrar sus huellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario