El Hospital Infantil de Seattle no es un lugar frío e impersonal en los que los pacientes son tratados con indiferencia mientras se recuperan de sus dolencias. Allí, tal y como descubrimos a través del blog «La leyenda de Caillou», el bienestar de los niños ingresados es una de sus principales preocupaciones.
Maga Barzallo Sockemtickem es una chica de 16 años enferma de leucemia que lleva más de siete meses ingresada. Recuperándose de un trasplante de médula y sin poder separarse de la cama, Maga confesó que no podía soportar estar separada de su gato Merry. Al enterarse, los responsables del hospital estadounidense decidieron poner remedio a esa situación.
Como las normas y el estado de salud de Maga impiden la entrada de animales en el recinto sanitario, el pasado 20 de julio los responsables del hospital pidieron a través de Facebook que les enviaran fotos de gatos. En tan solo cinco días recibieron más de tres mil.
Con ellas, dieron forma al «Cat Inmersion Project». Una semana después montaron una carpa alrededor de la cama de la adolescente, en la que proyectan todas las fotos recibidas, acompañadas de sonidos de maullidos y ronroneos que arropan a Maga durante su recuperación.
La joven todavía no ha podido abrazar a su querido Merry, pero tal y como demuestra el vídeo que ha publicado el hospital, ahora afronta su recuperación mucho más motivada y contenta. Algo que es esencial para los enfermos de cáncer y que en el Hospital Infantil de Seattle parecen tomarse muy en serio.
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