Gabriel Ferreira Muñiz tiene diez años y vive en Sao Paulo, Brasil. Corre, monta en bici y hasta juega futbol. Esto es lo que habitualmente hacen los niños normales y es que este chiquillo brasileño también lo es, aunque haya nacido sin pies.
Su madre cuenta que Gabriel comenzó a caminar y en casa temían que se cayera o que le fuera imposible andar, pero él consiguió hacerlo, a pesar de que le faltaban los pies.
A su alrededor casi nadie lo nota, porque el pequeño hace lo que cualquier niño de su edad. Juega al fútbol y su mejor amigo asegura que Gabriel hace unos pases estupendos.
Su profesor de gimnasia asegura que "La discapacidad sólo existe en nuestra cabeza y que él lo está demostrando a todo el mundo".
Su historia y habilidades han impresionado a los directivos del futbol club Barcelona, que le han invitado a conocer a su ídolo, Messi, el próximo mes.
Gabriel recita la plantilla del Barca y espera ansioso su viaje y conseguir el autógrafo de Messi, para ponerlo junto a sus medallas.
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