Como toda buena madre Linda Sirois ha cuidado a su querida hija y le ha ayudado en lo que le ha podido, esto incluye haber prestado su útero para que su nieto pudiera nacer.
Los médicos le diagnosticaron una grave enfermedad del corazón a Angel Hebert, de 25 años, lo que hacía que un embarazo fuera muy peligroso. Tanto ella como su esposo Brian, de 29 años, no se dieron por vencidos: “La situación fue muy decepcionante, pero se trataba de una posibilidad y, desde el principio, mi madre decía: “Yo estoy aquí y puedo llevarlo por ti””, afirmó Angel.
Ahora bien, no todas las clínicas de fertilidad a realizar este tipo de tratamientos, sobre todo por que Sirois tenía 49 años, pero finalmente encontraron una clínica, Reproductive Science, en Lexington, Massachusset, que aceptó el reto de llevar a cabo el embarazo de la mujer bajo condiciones muy estrictas.
La abuela Sirois, que tiene otros cuatro hijos, incluyendo dos gemelos, ahora afirma que el parto más fácil en su vida fue el de Madden Hebert, que nació sano y salvo el 13 de agosto y pesó 7 libras, 14 onzas.
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