La corte de justicia de la ciudad alemana de Osnabruck acaba de condenar a siete años de prisión a un hombre que intentó asaltar un banco vacío con un arma de juguete y tomó de rehén a una persona que pasaba por el lugar.
Bautizado "el ladrón más tonto del mundo" por la prensa local, el hombre ingresó a un edificio donde se pensó que funcionaba una sucursal de la institución bancaria que intentó asaltar. Sin embargo, la sucursal había cesado su actividad hacía 17 años. Cuando el ladronzuelo se percató que en el lugar funcionaba un centro de atención fisioterapéutico, tomó de rehén a una transeúnte y la obligó a retirar dinero de uno de los cajeros automáticos instalados en el lobby del edificio.
Pero eso no fue todo. Luego de quedarse con los 400 euros que le obligó a retirar a la rehén, el hombre huyó en su auto, el cual abandonó a pocas cuadras dejando olvidada en el asiento trasero la pistola de juguete cubierta con sus huellas digitales.
Cuando fue apresado, el ladrón confesó y ahora deberá pagar siete años encerrado debido a otros 22 crímenes cometidos en los últimos años.
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