Naranjo Amargo. Procedente del sureste de Asia, el nombre botánico es hesperidio, derivado de Hespérides, ninfas mitológicas que cuidaban del jardín de los dioses donde crecían manzanas de oro. De sus tiernos brotes se elaboran perfumes.
Laurel. Desde la antigüedad ha sido una especie muy venerada. Estaba consagrada a Apolo, cuyos sacerdotes llevaban coronas de laurel. Este dios persiguió a Dafne que se convirtió en laurel para librarse de él. Era símbolo de victoria, de ahí que se entregara a los vencedores de las batallas y de los Juegos Olímpicos. Se plantaba a la entrada de los palacios de los Emperadores y los estudiaban se adornaban con sus ramas portadoras de frutos, denominados bacca laurea, expresión que ha derivado en el término bachillerato.
Plátano. Es un árbol que puede alcanzar los 40 metros de porte. El nombre genérico Plátanus procede del vocablo griego platys, ancho, aludiendo a las dimensiones de sus hojas.
Membrillero. Originario de Irán, es muy apreciado por la elaboración del dulce de membrillo. Era la manzana dorada con que Paris obsequió a Afrodita como símbolo de amor, matrimonio y fertilidad. Los griegos dedicaron su fruto a Venus.
Mostajo. Es un árbol presente en la tradición celta y germana. Poseía un gran poder espiritual, especialmente contra brujas, enfermedades y naufragios, por lo que se plantaba en setos bordeando casa e iglesias por su carácter protector. Su madera es muy resistente al rozamiento, por ello se utilizaba en engranajes.
Manzano. Procedente del sureste de Europa y Suroeste de Asia, está considerado como el árbol frutal más antiguo, encontrándose vestigios procedentes del Neolítico. El manzano es considerado el árbol del paraíso, aunque algunos autores aluden al albaricoquero como el árbol de la Biblia. En la actualidad existen más de 10.000 variedades.
Melocotonero. Originario de China, era cultivado hace más de 40.000 años. En la Roma Clásica era conocido como mala persica, manzana de Persia.
Albaricoquero. Su nombre común procede del árabe aunque procede del Norte de China, donde era ya cultivado 2000 años antes de Cristo. Algunos autores lo describen como el árbol del pecado de la Biblia, por ser un árbol introducido en Oriente Medio por los romanos.
Almendro. Más de 1000 años antes de Cristo, los frigios de Asia Menor lo consideraron como el árbol sagrado de la vida. También está citado en la mitología griega, ligado el dios Zeus. Se ha dicho que la cruz de Cristo podría haber estado hecha con su madera. Se dice que es el árbol más necio, por ser el primero en florecer y el último en dar frutos.
Cerezo. Oriunda de de Europa y de Asia occidental, la flor del cerezo, llamada "Sakura" en Japón, es la flor nacional, bella y cargada de historias y simbologías. La época en que florecen es una oportunidad de fiesta y reunión en los parques de Japón. Cuenta una de esas leyendas que al principio de los tiempos esta flor era solamente de color blanco, y era usada como emblema de los guerreros samurai. Se fueron tornando rosada por la sangre absorbida de los samurai que se suicidaban debajo de sus ramas para evitar la deshonra.
Algarrobo. Este árbol, capaz de sobrevivir en áreas desérticas, proporcionaba con sus legumbres alimento a los viajeros. Se cuenta que San Juan Bautista se alimentaba de los frutos de este árbol en el desierto.
Árbol del Amor o Árbol de Judas. Se dice que Judas se ahorcó de las ramas de ese árbol y Cristo derramó lágrima de tristeza sobre sus ramas, de ahí que las flores salgan sobre ellas. El color rojizo de sus flores simboliza el engaño del apóstol y la forma de sus hojas recuerda a la de las monedas que recibió por su traición. Sin embargo, se cree que su nombre es una corrupción de árbol de Judea.
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