¿Recuerdan que el junio de este año leímos el caso de un multimillonario británico de 71 años se quitó la vida en un documental de televisión? De hecho, la BBC emitió las imágenes del suicidio asistido de Peter Smedley.
Pues ahora un nuevo invento pretende darle la oportunidad a las personas que no quieren continuar viviendo de que dejen de hacerlo. ¿Cómo? Mediante una montaña rusa especialmente diseñada para matar a los 24 pasajeros que viajen en ella.
Este invento descabellado y bastante polémico, fue ideado por Julijonas Urbonas, ingeniera y estudiante de doctorado en el Royal College of Art de Londres. Es una oportunidad de que las personas se suiciden con extravagancia y adrenalina, y según con elegancia.
El proyecto lleva el nombre de ‘Euthanasia Coaster‘ y se originó en la mente de Julijonas, quien por algún tiempo trabajó en un parque de diversiones.
¿Cómo funciona?
El viaje consiste en una subida de dos minutos hasta alcanzar los 510 metros de altura, al llegar a la cima viene una fuerte caída a una velocidad de 360 kilómetros por hora hasta los 500 metros, cerca de la velocidad terminal, justo antes de sufrir una aceleración súbita en la primera de las siete espirales ubicadas en el diseño.
Estas condiciones extremas provocan en el pasajero la falta de oxígeno en el cerebro durante 60 segundos, visión negra, pérdida de conciencia y finalmente la muerte cerebral y corporal.
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