Unas fundas para auriculares hechas con pelo sintético y con forma de moño de princesa Leia deberían ser impresionantes por sí mismas. Si añadimos que parecen abrigar bastante, la cosa se pone irresistible. Pero es que si a todo esto sumamos que pueden ser un camuflaje perfecto para que no te asedien los agentes de la PGR se me antojan simplemente imprescindibles, sobre todo desde que los tipos empezaron a parecerse a los agentes de Matrix, apareciendo en cualquier lugar con cara de multa.
Porque, no nos engañemos, va a ocurrir: uno caminará tranquilo, con el reproductor de mp3 vomitando la lista de éxitos veraniegos de Aldebarán (antes de que algún operario de la Estrella de la Muerte se equivocara de botón al enviar un mail) y uno de estos agentes disparará una bengala al cielo, saltará siete coches, dará tres volteretas innecesarias pero hermosas, te reducirá cantando un tema de Julio Iglesias y procederá a revisar el contenido del reproductor.
Pero si uno lleva estos auriculares pasará desapercibido y se podrán evitar casos como el citado. Aunque se corre el riesgo de atraer la mirada de algún Jabba desesperado, eso sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario