El futbolista argentino Ariel Giaccone ha dejado dejar de jugar el fútbol profesional. ¿La razón? Por su hija, no es que a ella no le guste el fútbol y le haya pedido dejarlo, es más bien que este futbolista ha donado su riñón a su hija enferma, afectada de un problema renal.
El ex centromapista de Ferro Carril Oeste y Belgrano de Córdoba ha dicho: “Voy a extrañar la pelota, pero pasa a ser algo ínfimo al lado de esto que me tocó vivir“. “Jugar en el equipo que estoy ahora, no se compara con nada en el mundo. Ni siquiera con el Barcelona de Messi…”, describía Ariel poco después de someterse a un trasplante de riñón para curar una enfermedad renal de su hija Gabriela, de 19 años.
A pesar de sentirse todavía en forma para seguir jugando, y con una edad de 36 años, dejará el deporte, pues la vida de su hija estaba en juego. “Hoy la veo recuperada y me explota el corazón“, asegura, prácticamente inmovilizado por la enorme faja que le rodea la cintura.
Todo comenzó el pasado mes de abril cuando a la joven Gabriela se le diagnosticó una insuficiencia renal. El cuenta que para poder estar con su hija el tiempo que duraba la diálisis se escapaba del entrenamiento. Confiesa: “eran 4 horas interminables…. verla con esa máquina al lado me destrozaba“, reporta Eurosport.com.
Sin titubear, Ariel renunció a la profesión a la que ha dedicado toda su vida, la base de su sustento para salvar a su hija.
Ahora estará dedicado a la recuperación de su hija. Además piensa empezar una escuela de fútbol donde transmitirá a los niños los valores que lo dejó la profesión, respetando a los demás y ayudar a quien más lo necesita.
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