viernes, 14 de octubre de 2011

¡Vuelve el chupacabras!

“¿Volvió el chupacabras?”, es la pregunta que se hacen los vecinos de las localidades bonaerenses de Alejandro Korn y San Vicente, invadidos por un angustiante pánico tras las misteriosas apariciones de más de 30 animales muertos en campos de la zona.
Mientras los atemorizados habitantes adjudican la matanza a un extraño animal o a fenómenos sobrenaturales como seres extraterrestres, las autoridades municipales y policiales la vinculan a un rito umbanda de una secta religiosa.
En un terreno situado en Garat y Mozart, del barrio Santa Ana, de Alejandro Korn, 21 gansos y 9 patos muertos fueron hallados por su cuidador en la madrugada del último domingo, alrededor de las 4.
“El propietario de la finca escuchó un ruido y al salir al campo vio que los animales estaban muertos con algo extraño en el cuello, como si estuviera quemado, pero no por fuego sino por fricción”, le señaló a “Crónica” una fuente policial que interviene en la investigación del enigmático caso.
Por su parte, el director de Bromatología de la Municipalidad de San Vicente, Federico Basile, quien examinó cada una de las aves, reveló que “fueron estranguladas. Es un hecho bastante natural, no de dimensiones sobrenaturales porque se ve que intervino la mano del hombre. No habría otra particularidad”. Por lo tanto, el especialista reconoció que “se pudo haber tratado de un rito umbanda”.
Sin embargo, los habitantes cercanos al escenario del macabro hallazgo no aceptan dicha hipótesis y lo vinculan a fuerzas sobrenaturales, algunos vecinos hasta mencionaron la posibilidad de que haya sido producto de seres extraterrestres, así como también la presencia de un extraño animal de características monstruosas, en algunos sectores del predio se descubrieron huellas de voluminosas magnitudes, “como el chupacabras”, dijeron los más atemorizados.
Al respecto, el damnificado dijo que vio entre los pastizales “a un animal parecido a un perro, de color negro, pero de dimensiones muy grandes”.
Ello también impulsó a las autoridades policiales a adjudicarle el hecho a una jauría, sin embargo, los mismos chacareros de la zona, expertos en la cría de animales, desestimaron dicha versión, manifestando que “si hubiesen sido una jauría, los gansos y patos estarían destrozados, porque atacan siempre por la cola, ya que es la parte más blanda de la carne. En cambio estos animalitos tenían sólo un politraumatismo vertebral”.
Otro indicio que descartaría la existencia de alimañas y jaurías en el misterioso hecho resulta del estado del alambrado perimetral, que según fuentes policiales “curiosamente no estaba violentado. Si hubiesen sido ese tipo de animales, parte de ese alambre habría sido derribado”.
En las últimas horas, en la localidad bonaerense de San Vicente, comenzó a circular la versión de otros dos episodios de similares características, uno de ellos en una finca de un repartidor de papas, apellidado Lobo.
Mientras las autoridades minimizan estos hechos y prefieren adjudicarlo a “una psicosis general”, a los vecinos los invade el misterio y no descartan que “el chupacabras” haya llegado a San Vicente.

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