CORNUDO
Manolo le confía a Venancio:
- "Hombre, no se lo digas a nadie pero estoy engañando a mi esposa".
- "Pero, ¿cómo es eso de que estás engañando a tu esposa?"
- "Sí, fíjate que ayer la encontré en mi cama con otro hombre".
- "¡Pues no que tú eres el que la está engañando!", exclama sorprendido Venancio.
- "Sí, es que ella todavía no sabe que yo sé".
INTELIGENCIA
Se sube una dama a un taxi y le pregunta el chofer:
La dama contesta:
- A mi casa por favor.
A lo que el chofer pregunta
- ¿Y dónde es su casa?
Y la dama contesta:
- Pues, en el lugar donde vivo.
TAXISTA
Al finalizar una fiesta quedaron el anfitrión de la fiesta y 4 de sus amigos que estaban muy borrachos. El anfitrión decide embarcar a sus amigos en un solo taxi y como ellos estaban muy borrachos los acomodó en el asiento trasero quedándose todos dormidos, entonces le encargó al taxista:
- El primero se queda en la avenida Emancipación, el segundo en la avenida Grau, el tercero en la avenida Aviación y el cuarto en la avenida Arequipa.
A los 15 minutos regresó el taxista donde el anfitrión y le preguntó:
- Podría repetirme donde se queda cada uno, porque al frenar bruscamente en una esquina, todos los borrachos se me han revuelto
MESERO
Un tipo en un restaurante llama al mesero:
- ¡Mesero!
- Hágame una mesa por favor.
El mesero responde diciendo:
- Yo no sé.
El tipo le responde:
- Entonces, ¿Para qué se llama mesero?
BOLETOS
Estaba un atlante en la fila para comprar los boletos y así poder entrar a ver la más reciente producción.
- Deme dos boletos por favor, señorita, dice el atlante al llegar a la taquilla.
- Aquí tiene, son dos reales, contesta la taquillera.
- Gracias, contesta el atlante.
Al poco rato, la taquillera observa que el atlante regresa por otros dos boletos para la misma película.
A los cinco minutos, vuelve a comprar otros dos boletos para la misma película.
Después de unos instantes, regresa a la taquilla y pide otros dos boletos para la mismísima película, a lo que la encargada le dice:
- Solo quiero dos, dice el atlante, pero el tipo de la entrada me los rompe cada vez que se los doy.
CALZONCILLOS
Un día la esposa muy disgustada le dice a su esposo:
- Estoy cansada de tu sentido de pertenencia, todo el tiempo andas diciendo: mi casa, mi carro, mi esposa, mi televisor, ¿No habría alguna forma de que cambiaras esa actitud?
El esposo la mira y le dice:
- Bueno, está bien, quieres por favor alcanzarme nuestros calzoncillos.
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