jueves, 2 de agosto de 2012

Astrónomos descubren estrellas imposibles

Lo que los astrónomos acaban de encontrar en nuestra galaxia, la Vía Láctea, es algo que hasta ahora parecía imposible. Estrellas gemelas orbitándose la una a la otra en un ciclo vertiginoso completo de menos de cuatro horas.
Hasta ahora, los científicos creían que algo así era imposible, y eso que a pesar de que nuestro sol carece de compañera, casi la mitad de las estrellas de nuestra galaxia podrían formar parte de un sistema binario. Empleando el Telescopio Infrarrojo del Reino Unido (UKIRT) situado en Hawaii, los astrónomos descubrieron cuatro parejas de "estrellas imposibles".
Por norma, se creía que si una estrella se formaba demasiado cerca de otra, las dos estrellas se mezclarían rápidamente formando un único astro mayor. Esta teoría parecía encajar además con las observaciones tomadas a lo largo de las tres últimas décadas, que revelaban que a pesar de la abundancia de sistemas binarios, ninguna de las parejas encontradas tenía un periodo orbital inferior a cinco horas.
En el nuevo estudio, un equipo de astrónomos monitoreó los brillos de cientos de miles de estrellas en el espectro del infrarrojo cercano durante los últimos cinco años, descubriendo varios sistemas binarios con órbitas sorprendentemente cortas.
Los astrónomos se centraron en sistemas binarios de enanas rojas, estrellas que son 10 veces más pequeñas y mil veces más tenues que nuestro sol. A pesar de que las enanas rojas son el tipo de estrella más común en la Vía Láctea, muy a menudo los astrónomos no las tienen en cuenta en sus inspecciones celestes, puesto que son muy poco luminosas en el espectro de luz visible.
Tal y como cuenta Bas Nefs, autor principal del estudio y astrónomo en el Observatorio Leiden de Holanda: "Para nuestra total sorpresa, descubrimos varios sistemas dobles de enanas rojas con períodos orbitales significativamente por debajo de las cinco horas, algo que previamente considerábamos imposible. Esto significa que tenemos que encontrar explicación al modo en que se forman y evolucionan estas binarias cercanas".
En las primeras fases de su vida, las estrellas se reducen en tamaño, lo que sugiere que las órbitas estelares en estos sistemas binarios debieron encogerse desde el momento de su formación, comentan los investigadores. De otro modo las estrellas habrían interactuado entre sí y probablemente se habrían fusionado.
Lo que no saben explicar los astrónomos es cómo pudieron reducir su tamaño las órbitas de estas binarias. Según el nuevo estudio, una posible explicación es que las frías estrellas que componen estos sistemas binarios son más activas y violentas de lo que se pensaba previamente.
A medida que estas frías compañeras estelares giran en espiral la una hacia la otra, las líneas de sus campos magnéticos podrían retorcerse y deformarse. Esta poderosa actividad magnética podría ayudar a ralentizar el giro de las estrellas, permitiendo que se acerquen más entre sí.
Para el coautor del trabajo David Pinfield, de la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra: "La naturaleza activa de estas estrellas, y sus aparentemente poderosos campos magnéticos, tienen profundas implicaciones para los entornos que circundan las enanas rojas en toda nuestra galaxia."

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