Don Abelardo Acuña (86) pionero de la localidad, vive desde hace muchos años en una isla del lago Urugua-í frente a la presa hidroeléctrica, donde tiene su pequeña chacra.
Se traslada diariamente pedaleando su vetusta bicicleta, con productos de su pequeña quinta como verduras, frutas y también tilapias recién pescadas.
Pero días atrás, sorprendió con una mandioca de unos 10 kilos que presentó para comercializarla en el pueblo.
Demás está decir, que todos los transeúntes de la hora se arremolinaron alrededor del bueno de Don Abelardo, para presenciar tamaño ejemplar.
Mientras muchos consultaron al respecto, la mayoría ya comenzó a pensar en el gran acompañamiento de la enorme raíz al asado del domingo.
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