Los padres de los seis niños que fallecieron en un terrible incendio han sido detenidos como principales sospechosos de la muerte de los pequeños. El arresto de Mick y Mairead Philpott se ha producido una semana después de que la policía se incautara de una caravana y un minibús estacionado frente a la casa familiar para recabar pruebas forenses.
Según informa el diario Daily Mail, Mick y Maired lograron engañar a la policía y a los vecinos después de la muerte de sus seis hijos. En una rueda de prensa a la que asistieron junto a los responsables de la investigación, la pareja lloró desconsolada al escuchar los detalles de la muerte de los pequeños. Además, sus vecinos habían tratado a Mick como un héroe por los valientes intentos de rescatar a sus pequeños.
Semanas después, la policía ha establecido que el incendio fue intencionado, causado por alguien que vertió gasolina en el buzón de la casa de la familia en Allenton (Reino Unido) y le prendió fuego.
A pesar de que algunos vecinos aseguran que la pareja no estaba en casa cuando sucedió el incendio, la policía cree que si que estaban en el edificio cuando se iniciaron las llamas en la madrugada del 11 de mayo. La pareja ha asegurado que les despertó la alarma de humos y que no pudieron hacer nada por salvar a los pequeños.
Ahora, tras la detención de los padres de los seis menores, la policía ha vuelto a pedir la colaboración ciudadana para averiguar cómo se inició el fuego. Steve Cotterill, jefe de la policía, ha instado "a cualquier persona que haya estado retrasando su declaración que dejen a un lado posibles amistades con la familia en memoria de los seis hijos".
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