Durante el último año, los filmadictos en Londres han acudido en masa a uno de los más singulares cines del mundo. Se trata de un cine-terraza en la que los asistentes pueden ver sus películas favoritas dentro de una bañera de hidromasajes.
"Queríamos ver una película y a la vez queríamos usar el jacuzzi", explica Asher Charman, uno de los creadores de la idea. "Se nos ocurrió entonces proyectar el film en una sábana mientras nos relajábamos en la bañera".
Al principio la terraza se limitó al jacuzzi de los dueños, pero al poco tiempo, Ashter y su socio pensaron en agregar unas bañeras más, comprar un mejor proyector y conseguir una pantalla profesional. Así fue que nació "Hot Tub Cinema".
Cada vez que se proyecta una película en la exclusiva terraza, los clientes pagan 22 libras (35 dólares) como mínimo para ocupar alguno de los 12 jacuzzis. El precio varía según la ubicación y el tipo de bañera. Está la "multitudinaria", en la que entran 8 personas y las "espaciosas", en las que sólo pueden meterse menos de 6.
Antes de que se saquen la ropa para ingresar a las bañeras llenas con agua a 40 grados, los clientes son recibidos con una copa de champagne. Claro que durante la proyección, cada uno puede comprar la bebida de su preferencia.
Otra particularidad de este "cine", es que no es necesario que los asistentes mantengan silencio y permanezcan inmóviles. En el Hot Tub Cinema está permitido hablar, reír fuerte y hasta chapotear en el agua. Y por si fuera poco, cuando finaliza la película, se arma una fiesta con DJ, a la cual los clientes son invitados a quedarse.
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