Un vecino de la localidad conquense de Albalate de Las Nogueras, de apenas 300 habitantes, ha dañado una fuente de piedra que data de 1898 y que construyó su abuelo al intentar restaurar el rostro que la coronaba con un esmeril, una herramienta utilizada para pulir, destruyéndolo por completo y dejando en su lugar un hueco.
Un vecino del pueblo, Alberto, ha contado que la fuente acompaña al municipio desde 1898 cuando un picapedrero gallego, Francisco Dapena, se trasladó a vivir a la localidad y ha lamentado que su nieto, "sin pedir permiso", haya decidido eliminar la cara de una mujer que coronaba la fuente.
Del mismo modo se ha pronunciado Carlos, otro vecino de Albalate de Las Nogueras quien ha afirmado que al conocer la noticia a los vecinos "no les cayó nada bien" y ha reivindicado que se arregle la fuente para que vuelva a su estado original. "Antes había pintada una cara. A los vecinos nos gustaría que no lo hubiera quitado", ha denunciado otro vecino.
"Esto es una gamberrada", ha reprochado otra pareja de vecinos del municipio tras sostener que "lo menos que podría hacer" el autor es encargarse de dejarlo como estaba.
Por su parte, un familiar de la persona que intentó restaurar la fuente, Avelino Page, ha defendido que su primo fue a borrar la pintura que coloreaba los relieves surcados en la piedra que formaban un rostro y, por accidente, despedazó la piedra desprendiéndose la figura.
Además, ha asegurado que su primo pidió permiso al alcalde de la localidad para comenzar la restauración y ha subrayado que "se ha comprometido a arreglarlo". "Seguro que lo va a dejar mejor", ha zanjado.
Por último, un amigo del restaurador, Emilio Vicente, ha contado que muchos vecinos juraron "apalearle" cuando se enteraron de que había dañado la fuente.
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