Una investigación de la BBC revela que existe una persecución sistemática de homosexuales por parte de las fuerzas de seguridad, y que esta minoría es víctima de violaciones y asesinatos.
"Vinieron y me dijeron que o dejaba de ser gay o me mataban". Estas son las declaraciones de Ahmed, un iraquí que lleva dos meses en una casa de acogida donde se refugia de las posibles represalias a las que se enfrenta por ser homosexual.
Y es que en el Irak posterior a Saddam Hussein y a la invasión de Estados Unidos, ser gay e incluso parecerlo puede ser una sentencia de muerte.
Es muy difícil determinar cuántos homosexuales han muerto en los llamados "crímenes de honor" a manos de sus propias familias o por parte de milicias pero, según una investigación de la BBC, los gays iraquíes son objeto de violencia sistemática y organizada y el gobierno se niega a reconocerlo.
Una vez identificados, la mayoría de los gays en Irak no tienen lugar donde esconderse.
Después de que el gobierno cerrara varios centros de acogida para homosexuales, sólo queda uno en Bagdad que puede albergar a tres personas.
Ahmed vive allí junto con Allou, también homosexual y Nancy, transexual. Los tres dicen haber sido violados o amenazados de muerte.
"Vine aquí porque soy gay y me amenazó mi familia, ¡mi propia familia! y algunos desconocidos de mi barrio", explica el joven al señalar que si bien hace años la situación para los homosexuales estaba mal, era un tema al que no se le prestaba mucha atención.
Pero ahora temen por su vida. "Las amenazas son mucho mayores. Ya no son solo las milicias, sino la policía y el gobierno los que vienen detrás de nosotros", añade su compañero Allou que luce un peinado moderno y al estilo occidental que le hace ser objeto de ataques.
Redadas en busca de homosexuales
Según un informe de la ONG Human Rights Watch, es posible que centenas de gays hayan muerto desde la invasión estadounidense en 2003.
Después de la caída de Saddam Hussein (1979-2003) tomaron el poder fuerzas conservadoras islámicas reticentes a aceptar valores supuestamente occidentales como la homosexualidad.
Los homosexuales, que hasta entonces gozaban de cierto grado de libertad y seguridad, pasaron a ser perseguidos.
Pese a que el gobierno asegura haber desarticulado milicias que hacen ese tipo de persecuciones, un ex policía que conversó con la BBC de forma anónima asegura haber dejado la institución después de recibir órdenes para detener a dos homosexuales. Uno de ellos acabó muriendo.
"Durante la invasión estadounidense estábamos muy ocupados. Ahora, con tiempo libre, la policía pasó a perseguir gays", asegura.
Por eso, la población homosexual está especialmente preocupada. "Mi madre trató de convencerme para que me comportara como un hombre porque se supone que tengo que ser un hombre. No pude. Ella no sabe lo que hay dentro de mí", afirma Nancy.
"No podía entenderlo", lamenta Nancy al relatar cómo fue violada en varias ocasiones en algunos de los múltiples puestos de control que hay en Bagdad para garantizar la seguridad.
Sin embargo, el Ministerio de Derechos Humanos asegura no poder ayudarlos porque el grupo no es considerado una minoría por el gobierno y explica que de ese tipo de denuncias se encarga el Ministerio del Interior.
Rechazo al "tercer sexo"
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, que tiene el mando directo sobre el Ministerio de Interior, no respondió a las solicitudes de entrevista de la BBC, pero su portavoz aseguró que no existe una persecución sistemática a los homosexuales y que estos pueden "seguir sus vidas con normalidad".
En el distrito de Ciudad Sadr, en Bagdad, un clérigo islámico le explica a la BBC que "el tercer sexo", como llaman a la homosexualidad, está "totalmente rechazado por el Islam".
Sin embargo, los analistas insisten en que la cultura religiosa y conservadora de Irak no justifica la persecución de los gays.
En Líbano, por ejemplo, el grupo radical Hezbollah es razonablemente tolerante con la homosexualidad, mientras que en Irán, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y castigadas, existe una escena gay clandestina que es tolerada.
E incluso en la ultraconservadora Arabia Saudita, la persecución a los gays no parece comparable a la de Irak.
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