Un hombre, tras enfrentarse a una imprevista y penosa situación, llamó a la policía local para denunciar a una prostituta de 19 años que quería cobrar una tarifa extra a la ya acordada.
Era una noche apacible en el condado AnnArbor, Ohio, cuando el teléfono de la estación de policía timbró. Como generalmente sucede, los oficiales esperaban una llamada referente a un robo a casa habitación o algún otro tipo de crimen común en esta zona, pero no, no se trataba de ningún asesinato, sino de un hombre encolerizado por la elevada tarifa que una prostituta le quería cobrar.
Según el policía Renee Bush, el hombre de 45 años ya había proporcionado anteriormente una cantidad de dinero a la prostituta, pero, sin razón aparente, la mujer tornó más exigente y requería una cantidad extra por sus servicios. El hombre, incrédulo, llamó al 911.
Los oficiales, al llegar al lugar de los hechos, arrestaron a la mujer y transfirieron el caso a un juez que, según Renee Bush, seguramente encontrará un cargo que imputarle al hombre.
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