Melanie Martínez se ha hartado de ver imágenes impactantes de huracanes, y más en concreto los destrozos que dejan a su paso. Para ello sólo necesita echar la vista atrás, hacer memoria y recordar todas las casas en las que ha vivido. De cinco de ellas no queda ni rastro por culpa de la fuerza de la naturaleza. La última se la acaba de llevar por delante el huracán Isaac de Luisiana.
La prensa la ha bautizado como “la mujer con peor suerte de Estados Unidos”, y tiene motivos para hacerlo. Su desgracia comenzó en 1964, cuando el huracán Betsy, que arrasó todo a su paso de Florida a Luisiana, destrozó su casa. 21 años después, con el huracán Juan, el último de los tres que consecutivamente sometieron al estado de Luisiana en 1985, se repitió la historia.
Lo mismo ocurrió en 1998 con el huracán George y en 2005 con el terrorífico huracán Katrina, cuyas imágenes de la destrucción que causó dieron la vuelta al mundo. En todo este tiempo, Melanie ha estado en el peor lugar en el momento menos apropiado. Por ello, la pregunta del periodista no podía ser otra: “¿No ha pensado en marcharse de Luisiana?”.
La respuesta de Martínez ante los restos de su casa arrasada por las aguas, sumergida bajo un mar de escombros, es la mejor prueba de su desolación: “He nacido aquí. Es mi hogar, mi hogar, mi hogar. Pero nos gustaría mudarnos a un lugar que no fuera tan accidentado. A una casa en una colina”, declaró al diario británico The Guardian.
Aunque de momento asegura que tiene que dar gracias por haber sobrevivido, es consciente de que las lágrimas volverán a aflorar cuando las aguas vuelvan a su cauce y se retiren de su casa, situada al sur de Nueva Orleans. Será entonces cuando podrá calibrar la magnitud del desastre que le ha vuelto a sorprender.
Su casa había sido rehabilitada por un concurso de TV
Las fotos de los destrozos del huracán en su casa ponen los pelos de punta. Pero lo más increíble es que la historia de Melanie Martínez había empezado a cambiar hace apenas unos meses, cuando un reality show del canal A&E, Hideous Houses, dedicado a rehabilitar casas en mal estado (algo así como el “Esta casa era una ruina” en versión española) la seleccionó a ella para reformar su destartalada vivienda de Braithwaite.
El programa se gastó 20 mil dólares en transformar su vivienda con una nueva cocina, nuevos armarios e incluso una TV de plasma. “Hicieron un gran trabajo”, reconoce la propietaria.
Pero su suerte fue efímera. Una parte de Nueva Orleans se libró de Isaac, gracias a los muros de contención instalados tras el último desastre, pero su casa no tuvo tanta suerte. La tormenta les sorprendió dentro de casa, y el relato que Martínez hizo a los periodistas de The Guardian habla por sí solo.
“Intenté huir con mi marido y mi madre de 74 años -explica-. Pero el coche no arrancó y los tres tuvimos que refugiarnos en el ático mientras la casa comenzaba a inundarse. Pensé que íbamos a morir ahí. Mi marido utilizó un martillo para hacer un agujero y subir al tejado, pero se rompió… Usamos nuestras manos y pies para perforar el agujero".
Finalmente, lograron ser rescatados. Es el único capítulo feliz de su historia.
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