willy es la ley

SALUDOS CORDIALES

Juan y María, una pareja de rancheros, se casaron. Al llegar al hotel, en su luna de miel, ella decide tomar un baño. Mientras María se baña, Juan la espera completamente desnudo. Cuando sale y ve a su esposo sin ropa se asusta muchísimo. Meloso, Juan le llama:

- Ven, María.

- Pos pa' qué, Juan -contesta la mujer sin mirarlo.

- Ven, María, acércate.

- No, pos pa' qué, Juan.

- Ven, ven, pa' que lo mires.

Tímidamente, María se acerca en silencio.

- Pos no ves, María, di algo.

- ¿Pos qué digo?

- Pos di algo.

- Bueno, pues -agarrando el pene- saludos a mi apá, a mi amá y a todos los del rancho.

PORQUERÍA

Esta un señor en un bar y va pasar una joven hermosa, se vuelve se toma un trago y dice:

- ¡Qué porquería!

Pasa otra joven de esas que casi no se ven, toma otro trago y exclama:

- ¡Qué porquería!

Repite esto cada vez que veía las jóvenes pasar ya como le sexta vez un hombre que lo observaba se acerca y le pregunta:

- ¿Cuál es su problema?, han pasado por aquí las mejores muchachas del bar y a todas las ve como porquería...

Y él responde:

- No, lo que quiero decir es que porquería la que tengo en mi casa.

LA PUERTA

Una mujer le dice al marido:

- Voy a coger la puerta y me voy a ir con mi madre.

A lo que el marido contesta:

- Tú, te puedes ir donde quieras, pero la puerta la dejas donde está.

FLOJOS

Eran dos amigos muy, muy poco trabajadores. Uno le dice al otro:

- Oye que ya me cansé de mi trabajo.

- ¿Pero cómo, por qué?

- Sí, es que es muy cansador. Hay que jalar cosas muy pesadas para acá y para allá, y eso a mí no me gusta nada.

- Pero dime algo, ¿Hace cuánto estás trabajando en esto?

- No, si empiezo el lunes.

EL PERICO

Estaba un señor en un palenque de gallos y llevó a su perico. Cuando empezaron las peleas de gallos, había un gallo que siempre ganaba sin una herida. El perico miraba que el gallo había ganado muchas veces, entonces le dice a su amo:

- Patroncito, patroncito, déjame pelear con este gallo para enseñarle que no sólo él puede.

Y le dice su amo:

- ¿Estás loco? ¡Te va a matar!

- No, ahorita le voy a enseñar que también los pericos pueden, ándele no sea malo, déjeme ir.

- No, tu estás loco.

- No patroncito, ándele por favor.

- Bueno, está bien, pero que conste que te lo dije.

Y los meten al palenque al perico y al gallo y le ponen la navaja y los sueltan en medio del palenque.

Después de un rato regresa el perico cansado y gritando pues el gallo le había pegado un navajazo y regresa con su patrón y le dice:

- ¡Patroncito, patroncito, présteme su pistola este gallo trae machete!

LA CABRA

Este es un señor que va a embarcar en un barco y llevaba a su cabra. En esto que el de la aduana le dice:

- ¡La cabra no pasa!

Entonces, el hombre se va y le ve un amigo y le dice:

- Pinta la cabra de negro y ponle un bozal y pensará que es un perro.

El hombre lo hace y el de la aduana le dice:

- ¡He dicho que la cabra no pasa!

Y el hombre le responde:

- ¡Si no es una cabra, que es un perro!

Y el de la aduana le dice:

- ¿Y los cuernos?

Y el hombre contesta:

- ¡Con la vida privada de mi perro no se meta!