lunes, 22 de agosto de 2011

Un usuario de Xbox Live realiza una demanda insólita contra Microsoft

Seguramente, Microsoft debe recibir demandas de manera constante, relacionadas con la enorme cantidad de negocios que posee. Pero ninguna debe ser tan insólita como la efectuada por un usuario de Xbox Live, que reclama una indemnización de 500 mil millones de dólares (casi 350 mil millones de euros)… simplemente porque quiere.
La historia comenzó el 6 de mayo cuando David Stebbins avisó al gigante de Redmond que iba a alterar unilateralmente los términos de servicio. Al mismo tiempo, otorgó un plazo de 10 días para que la compañía rechazara las nuevas condiciones, dando de baja su cuenta en el servicio de juegos en línea.
Como Microsoft no contestó a dicha notificación, el 18 de mayo envió un nuevo aviso, reclamando el pago de 500 mil millones de dólares en concepto de daños. Esta vez, si no recibía respuesta dentro de las 24 horas, se consideraría aceptado. Y así ocurrió el 19 de mayo.
Aunque suena completamente absurdo, lo cierto es que numerosas compañías realizan prácticas similares, modificando los contratos firmados oportunamente y brindando un período de tiempo específico para expresar la disconformidad. Esto, que en muchos países también es avalado por la legislación, generalmente da la posibilidad de rescindir el contrato sin cargo ni consecuencias legales posteriores. Incluso, en casos como la compra de móviles subsidiados, existen cláusulas que obligan a pagar determinado importe antes de dar la baja.
Según explicó Stebbins, su objetivo es dar a los empleados, consumidores y personas en general, una forma de protegerse a ellos mismos. Cuando una firma cambia sus términos de servicio o política de privacidad, no todos leen los nuevos documentos, por lo cual se exponen a abusos que aceptaron simplemente por dejar pasar el tiempo. Es por eso, que también demandó a otras empresas por motivos similares.
En cuanto a la causa judicial, que está en trámite en la Corte Federal de Seattle, es poco probable que prospere. En primer lugar, las condiciones de Xbox Live indican claramente que los reclamos por daños o cualquier otro concepto, no pueden superar el equivalente a un mes de abono (es decir, cinco dólares). Tampoco da el derecho a que el cliente efectúe cambios de manera unilateral.
Para colmo, el demandante admitió que sus cartas no fueron dirigidas al departamento legal de Microsoft, sino que simplemente las envió para ser tratadas junto con la correspondencia habitual. Todo ello quedó documentado en un vídeo que subió a YouTube, que pretende adjuntar a la denuncia. ¿Logrará cambiar algo?

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