¿Has tenido la oportunidad de tener entre tus manos o siquiera ver un diamante? ¡Imagínate que de pronto tienes uno o varios y descubres que se ha perdido!, ¿que harías? Quizá te pongas como loco. Resulta que eso vivió un cliente en una joyería. Tras comprar los diamantes de pronto sus diamantes desaparecieron, lo curioso es que un perrito se los había almorzado.
Esto ocurrió en el estado de Georgia en una joyería en la cual el susodicho perrito vive. Su nombre es Honey Bun, es la mascota del dueño de la joyería. Además de vivir en la joyería, es parte del negocio, pues aparece en las imágenes publicitarias de la tienda, según RT.com.
Cuando el dueño del can, el joyero Chuck Roberts, estaba atendiendo a un cliente, el perrito saltó al mostrador, donde había cuatro pequeñas joyas con diamantes, y se las tragó. Roberts no tardó de descubrir que su mascota tiene un ‘buen apetito’.
En declaraciones a WALB, dijo: “Buscamos por todas partes y no estaban los diamantes, por lo que de inmediato supe que se los había comido. Así que lo llevamos al veterinario para realizarle unas radiografías, informa dailymail.co.uk.
Efectivamente, el perro se las había tragado. Sólo pasó un día tras lo cual los diamantes fueron devueltos. El señor Roberts explicó que no regañará al perro, pues la culpa no fue de él. Además dijo que ya aprendieron la lección y tendrán tanto él como su esposa más control sobre su mascota.
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