En el siglo XVII, la mayoría de los médicos sostenían que a los promiscuos se les ponía la nariz roja, padecían gota crónica, alopecia y, a los más viciosos, hasta les salía una joroba.
Los principios de la actual calefacción central hay que buscarlos en los antiguos romanos, inventores del hipocausto: tubos de barro cocido en las paredes que distribuían por toda la casa el aire caliente a partir del fuego de leña que ardía en el sótano.
En la Europa del siglo XVIII comenzó a utilizarse el vapor conducido a través de tuberías para calentar las casas de los ricos, pero el aire se resecaba y el olor a polvo quemado era insoportable. Ya en 1880 comenzó a calentarse agua en lugar de aire a través de los actuales radiadores.
30 siclos de plata -unos 1.200g- es lo que supuestamente cobró Judas por delatar a Cristo. Era una cifra pequeña, similar a la indemnización por dejar inútil a un esclavo.
Era famosa la rivalidad entre el pintor Giotto di Bondone y el poeta, también italiano, Dante Alighieri. En una ocasión, y después de que Giotto le presentara a sus hijos al poeta, éste no tuvo otra ocurrencia que preguntarle: “¿Cómo es que hacéis unas figuras tan hermosas para los demás y, sin embargo, las vuestras propias son tan deformes?” A lo que el pintor respondió: “Es que las figuras de los demás las hago de día”.
La imagen de un espectro vagando por el mundo vestido con una sábana y cadenas se popularizó en la Edad Media aunque los espíritus no siempre tuvieron ese look; en las antiguas culturas el alma de los muertos tomaba formas muy distintas. Fue a partir del siglo XIII cuando se generalizó la idea de que los fantasmas son reproducciones exactas del cuerpo en el entierro, hasta el punto de conservar el vestuario de ese momento. Así la típica sábana tiene su origen en los sudarios, lienzos de lino o algodón blanco con los que antiguamente se envolvían los cadáveres.
Por su parte, las cadenas que arrastran los espíritus errantes, simbolizan sus ataduras en la vida terrenal. Se creía que las tareas que el difunto había dejado pendientes le impedían encontrar descanso tras su muerte y le atrapaban entre este mundo y el otro.
El sambenito, nombre que deriva de la deformación de “saco bendito”, era una especie de casulla que la Inquisición colocaba a los reos para mostrar al pueblo que habían sido condenados. En aquella época, llevar un sambenito era motivo de deshonra. Actualmente, ha pasado a designar a aquellas personas culpadas por un delito que no han cometido.
Los nobles del siglo XVIII acostumbraban a limpiarse el trasero con una pluma de ganso, una señal, por aquel entonces, de poseer un alto nivel social y económico.
James Dewar, un químico de Cambridge, investigaba las propiedades de materiales a muy baja temperatura, cuando tuvo la idea de utilizar un frasco de doble pared para mantener el contenido muy frío. En su fabricación recurrió a un soplador de vidrio alemán, Reinhold Burger, que le robó la idea. La patentó en 1904, y el frasco de Dejar se convirtió para siempre en el termo (del griego thermos, calor) que conocemos.
La sal era un elemento tan preciado que, durante la Edad Media, los monarcas y señores feudales cobraban impuestos por su uso y explotación, llegando a ser, durante la épocas de monarquía absoluta, uno de los ingresos más importantes de las arcas reales.
La electricidad fue considerada como algo “mágico” desde que Tales de Mileto (V a.C.) describió la atracción de partículas por un barra de ámbar hasta que, veinte siglos más tarde, sir William Gilbert (XVII d.C) dio una explicación científica al fenómeno. El modelo de electricidad de fluido único y el principio de conservación de la carga fueron propuestos por Benjamín Franklin en 1747. La comprensión de la Electricidad y el Magnetismo avanzó rápidamente en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Félix Faure (1841-1899), sexto presidente de la III República francesa, murió mientras fornicaba en un prostíbulo de París. La joven sufrió un terrible shock y se dice que los médicos tuvieron que separarlos de una forma radical: seccionaron quirúrgicamente el pene del presidente.
En 1911 un sastre parisino apellidado Reisfelt intentó volar desde una balaustrada de la Torre Eiffel, a 274 metros de altura, con sólo una capa en forma de alas. Según la autopsia, no murió del golpe sino de un ataque al corazón antes de tocar el suelo.
La nieve artificial fue un invento casual. El químico norteamericano Vicent Schaefer buscaba en el laboratorio de General Electric cómo provocar un descenso de temperatura en una cámara frigorífica introduciendo un trozo de hielo seco (dióxido e carbono en fase sólida) pero lo que logró fue la formación de una nube de cristales de hielo. Inmediatamente se dio cuenta de que tenía al alcance de la mano un sueño para los meteorólogos: la siembra de nubes para provocar lluvia o nieve. El 13 de noviembre de 1946 empezó los experimentos en el campo. Desde un avión sembró hielo seco en una nube situada al norte del estado de Nueva Cork, lo que desencadenó una nevada en los alrededores del monte Geylock, al oeste de Massachussets.
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