HERENCIA
Cuando Daniel, un joven abogado, descubrió que heredaría una fortuna, cuando su padre enfermo muriese, decidió que precisaba una mujer para hacer de ella su gran compañera y como era obvio, debería ser una abogada como él.
Con ése propósito se fue al mejor bar de la ciudad donde se juntaba el foro local de colegas.
Se fijó en una abogada, la más bonita que jamás había visto; su belleza natural era la admiración de todos los parroquianos...
Él se le arrimó y le dijo:
- Yo le puedo parecer un abogado común, pero en pocos meses mi padre va a morir y heredaré 10 millones de dólares.
Impresionada, aquella noche la mujer fue a la casa con Daniel, y tres días después ¡¡se transformó en su madrastra!!
SEXO SEGURO
Un padre entra al cuarto de su hija y encuentra sobre la cama un vibrador… Angustiado el padre decide, después de mucho pensarlo, enfrentar directamente el tema con su hija.
Cuando ella llega del colegio le dice:
- Hija, quiero que hablemos de esto… -mostrándole el vibrador- ¿puedes explicarme que significa?
- Fácil - dice la dulce criatura-. Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este vibrador por varias razones: no debo chuparlo para que se pare; no me contagia de SIDA; me lo hace cuando yo quiero, por donde quiero y a cualquier hora sin necesidad de andar rogando; no me embaraza y lo más importante: cuando no estoy dispuesta al sexo, no me pone los cuernos: Por lo que he decidido que sea mi pareja...
El padre la mira seriamente, pensando en su interior que ella tiene razón, decide dejarla seguir con su vibrador.
Días después la hija llega del colegio y al entrar a la sala ve a su padre con un vaso de whisky en una mano y con el vibrador en la otra.
Lo mira aterrada y le exclama:
- Papá ¿qué haces con mi vibrador?
El padre, que estaba muy entonado, la mira con los ojos brillosos y la lengua medio enredada y le dice:
- ¿Qué? ¿no puedo tomarme un whisky con mi yerno...?
LOS CINCO DEDOS ÁRABES
La escena ocurre en la casa de un árabe. El hijo le cuenta:
- ¡Babá, Babá! , en el colegio me han rebrobado...
- ¿Bor qué, hijo? ¡Cuéntale a tu badre!
- ¡Borque no sube los nombres de los dedos de la mano, badre! ¿Es que acaso es tan imbortante darles nombres?
- Hijo, yo tamboco los sabía y siembre me las arreglé muy bien... Te contaré cuáles son los nombres de los dedos y borqué es imbortante saberlos: El brimero es el legal... ¡sirbe bara firmar los babeles imbortantes! El segundo es el autoritario... ¡sirve bara dar las ordenes! El tercero es el baginal y se usa mojado... ¡ya sabrás bara qué! El cuarto es el matrimonial... ¡allí te bones el anillo de bodas! El quinto es el buscador... busca en la nariz, busca en las orejas...
- Berdone usted badre, combrendo muy bien lo que usted me enseña, bero no tengo muy en claro bara qué sirve el tercero......
- Ah, el tercero hijo... te dije que era el baginal... Te lo mojas un boco con saliba y... sirve bara basar las báginas: bágina uno, bágina dos...y así hasta que termines de leer el libro.....
¡AY MAMÁ!
Al entrar, encuentra a su mujer con una cara de muy pocos amigos.
- ¿Qué? -dice el hombre, cínico.
- ¡Pues qué de qué! -responde la mujer.
Desafiante y sorprendido, él contesta:
- ¡Pues qué de qué de qué!
- ¡Pues qué de qué de qué de qué!
- ¡Pues qué de qué de qué de qué de qué, de qué!
- ¿Por qué llegas tan tarde?
- ¡No, no me cambies el tema!
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