A punto de morir por una mancha de nacimiento

La pequeña Millie nació con una mancha en la cara que nunca dejó de crecer. Se trataba de un hemangioma, que se llegó a desarrollar tanto, que estuvo a punto de matarla. Hoy, gracias a un nuevo tratamiento, que sus padres se atrevieron a autorizar, la pequeña británica de tres años vuelve a hablar y sonreír.

Millie ha sido la primera persona en Reino Unido en probar el tratamiento que le ha devuelto el habla. Millie nació con una terrible marca en la cara, un hemangioma, que no paró de crecer hasta tal punto que estuvo a punto de matarla. La pequeña, residente en Rochford, en Essex, tuvo que someterse a una traqueotomía que la dejó sin poder emitir ni un solo sonido, según publica el diario Daily Mail.

Hoy, Millie gracias a un novedoso tratamiento milagro vuelve a hablar y sonreír como cualquier niño de su edad.

Michelle, su madre, empleada de banca de 37 años, está muy orgullosa de su hija, una "pequeña luchadora". "Los resultados del tratamiento fueron instantáneos. Pudimos ver que la marca de nacimiento fue cambiando de color y cada vez era más pequeña. Ahora ella está muy bien y ha cambiado por completo su vida".

Los padres están tremendamente agradecidos al equipo médico que ha tratado a su hija, Según confiesa Michelle, hubo momentos en los que pensaron que no sería posible que la mancha desapareciera.

Millie, que tiene un hermano de 15 años, nació tras un tratamiento de fertilidad de su madre. En el parto, las enfermeras le dijeron a Michelle que la mancha era un simple hematoma propio del parto que iría desapareciendo con el tiempo. Los médicos que trataron a la recién nacida no dieron demasiada importancia a la mancha.

Cuando Millie tenía 10 días el tumor empezó a crecer de forma desmesurada y la niña tuvo que ser hospitalizada de urgencias. Se probaron tratamientos con esteroides, pero sin éxito. Después tuvo que someterse a la traqueotomía que le dejó sin poder emitir sonidos y sin poder tragar.

En medio de esta situación, sus padres tuvieron conocimiento de un tratamiento novedoso, que se aplicaba en Francia, para enfermos de hipertensión y del corazón. Aunque los médicos eran reticentes a aplicar tal tratamiento, finalmente los padres lograron convencerlos. La mejora de Millie es evidente.