AGRADECIDA
A cincuenta metros de la playa, una chica, a punto de ahogarse, grita desesperada pidiendo ayuda. Una multitud de bañistas se acerca a la orilla a observar a la pobre mujer. En eso, un anciano que en su juventud practicó deportes se lanza al mar y con unas cuantas brazadas llega a rescatar a la chica; la toma con un brazo y con el otro nada de regreso. Al llegar a la playa, el octogenario, cansado, se desploma junto a la mujer. La muchacha se recupera de inmediato y se levanta mostrando un escultural cuerpo cubierto sólo por un minúsculo biquini de hilo dental. Se acerca al anciano y coquetona le agradece:
- ¡Buen hombre, no tengo con qué pagarle lo que hizo por mí!
Recorriéndola con la mirada de arriba abajo, el viejo alcanza a decir:
- ¡Sí tienes, y mucho, él que no tiene con qué cobrar soy yo!
GIS
Van dos caballeros y un bilbaíno durante la Edad Media por un bosque. Llegan hasta una torre y de pronto se abre una ventana y sale una tía buenísima:
- Vicio, quiero vicioooooooooooooooooooooooo.
- Va a ver esa...
Sube uno de los caballeros.
- Te voy a dejar que me hagas el amor, pero haces una marca con este gis por cada vez que lo hagas.
- Vale, vale.
Pasan dos horas y sale el caballero todo cansado.
- Lo hemos hecho 20 veces, esa tía no va a querer vicio por un tiempo.
En eso que sale otra vez:
- Vicio, quiero viciooooooooooooooooooooooooo.
- Anda esta, va a ver.
Sube el otro caballero.
- Te voy a dejar que me hagas el amor, pero haces una marca con este gis por cada vez que lo hagas.
- Vale, vale.
Pasan 5 horas y sale el caballero que casi no podía andar del cansancio.
- 50 veces, lo hemos hecho 50 veces, esa no se levanta en un mes.
Se vuelve a abrir la ventana:
- Vicio, quiero vicioooooooooooooooooooooooooo.
- Anda la tía, y aún quiere más, pues bueno, vamos a enviarle al bilbaíno.
Sube esta vez el bilbaíno.
- Te voy a dejar que me hagas el amor, pero haces una marca con este gis por cada vez que lo hagas.
Pasan 2 horas, 4, 6, 8 y a las 10 horas sale por la ventana:
- Giiiiiiiiiiiiiiiiiis... quiero giiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisssssssssssssss...
BRUTA
Una pareja de novios conversaban bajo la luz de la luna llena, cuando una nube cubre la luna.
- Mira mi vida -le dice el novio a su novia-, hasta la luna se opaca con tu belleza.
- ¡Ay que lindo eres!
Y siguen con su amor eterno. Dos años después, ya casados, con tres hijos, económicamente muy mal, con una suegra fastidiosa. Estaba la misma pareja, esta vez, el novio no decía nada y la novia quería escuchar algo bonito como en los viejos tiempos.
- Mira -le dice la novia a su pareja-, qué oscura está la luna.
Y el novio contesta:
- ¡Qué no ves, bruta, que va a llover!
Llega una niña corriendo con su mamá y le pregunta:
- ¡Mamá, mamá!
- Qué, hija.
- Yo de quién saqué la inteligencia, ¿de ti o de papá?
Y ella le contesta:
- De tu papá.
Y la niña le dice:
- ¿Por qué?
- Porque yo todavía conservo la mía.
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