Los trabajadores de las líneas de ferrocarriles indonesios han comenzado a colgar bolas de cemento sobre las vías para disuadir a los que viajan en los techos de los trenes.
Las primeras bolas fueron instaladas justo por encima de la altura de los vagones de tren, cerca de una estación a las afueras de la capital, Yakarta.
Más serán añadidas en caso de funcionar bien.
Intentos anteriores para disuadir a los polizontes incluyeron rociarlos conaerosoles, poner aceite en los techos de los vagones y contratar a músicos profesionales para que tocasen canciones sobre seguridad.
Según los corresponsales todas esas iniciativas resultaron un fracaso. Funcionarios esperan que esta medida sea la definitiva.
Aquellos que viajan en techos de vagones en Indonesia se enfrentan también a penas de cárcel.
Electrocutados
Las bolas, que pueden resultar muy peligrosas para las cabezas de los polizontes, serán suspendidas unos cuantos centímetros sobre el nivel de los techos en puntos donde los trenes entran o salen de una estación, o cuando atraviesan cruces.
Según funcionarios oficiales "surfear en los techos" puede resultar muy peligroso. En 2008 al menos 53 personas murieron en un accidente tras subirse al techo de un tren. En 2011, fueron 11 las personas que perdieron la vida.
La mayor parte de las víctimas se electrocutan con los cables de alta tensión situados sobre las vías, aunque algunos también se caen de los trenes en marcha.
El corresponsal de la BBC en Yakarta, Dewi Safitri, dice que todas las mañanas y todas las noches se puede ver a pasajeros subidos a los techos de los trenes. En los momentos pico, unos 400.000 viajeros utilizan el ferrocarril para entrar o salir de la capital, de unos 10 millones de habitantes.
Caro
Aunque los billetes son baratos para el nivel de vida occidental, los indonesios más pobres no pueden permitírselos, por eso es que viajan en los techos.
Los responsables de los ferrocarriles aseguran haber hecho todo lo posible por disuadirlos, llegando incluso a poner alambre de espino en los trenes, pero nada ha funcionado.
Si las bolas funcionan, el proyecto será expandido.
Pero los viajeros de los techos aseguraron a la agencia AP que no se darán por vencidos.
"Estaba muy asustado cuando escuché por primera vez sobre las bolas de cemento" dijo Mulyanto, de 27 años, que viaja a diario entre su hogar en Bogor y Yakarta para ir al trabajo.
"Parece realmente peligroso, pero no creo que dure mucho. Han intentado todo para disuadirnos… pero al final siempre ganamos", añade.
Aunque es posible viajar en tren a lo largo de todo el país, las vías, que fueron puestas por colonizadores holandeses hace 60 años, están en malas condiciones.
Los críticos de la medida dicen que el problema no será resuelto hasta que no haya menos retrasos y más trenes para hacer frente a toda la demanda.
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