El monasterio de Rila es el segundo gran templo de la Iglesia ortodoxa después del monte Atos en Grecia.
Fue fundado en el siglo X por San Juan de Rila, un monje ermitaño canonizado, y jugó un rol importante en la vida social y cultural de la Bulgaria medieval.
El complejo reposa en el valle del río Rilski, en la montaña Rila, la más alta de la península balcánica.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el monasterio es un símbolo de la identidad cultural eslava luego de siglos de ocupación otomana.
Una réplica en miniatura del espectacular templo se exhibe por estos días en el Museo Arqueológico de Sofía, la capital búlgara.
La peculiar pieza es obra del artista Plamen Ignatov, quien invirtió 16 años de su vida y seis millones de fósforos para su creación.
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