EL POLLITO
Iba un pollito caminando por la calle, muy triste y llorando, llevaba un cubito de knorr suiza, cargándolo con sus alitas, en eso lo ve otro pollito y le pregunta:
- ¿Qué tienes, qué te pasó, por qué lloras?
Y el pollito, con lágrimas en sus ojos, le dice:
- Es que aquí tengo las cenizas de mi mamá, snif, snif.
McFERSON
Un hombre muy enfermo espera su diagnóstico. Llega el médico con cara de afligido a informarle:
- Mire, amigo, tendrá que ser fuerte, ¡usted tiene la enfermedad McFerson!
- ¡Dios mío! ¿Y eso es grave?
- Tomará su tiempo descubrirlo, señor McFerson.
POMADA
Un viejito quería hacer el amor, y se va a buscar a una prostituta para complacerse.
En el momento importante al viejo no se le paraba, así que en toda su desesperación le dice a la prostituta que lo espere un momento y se va al baño del motel. En la oscuridad busca en el botiquín algo que le pueda solucionar el problema y encuentra una pequeña pomada. Se la aplica en la cuestión y siente que le devuelve el vigor juvenil.
El viejo vuelve a la cama y le hace el amor a la prostituta, quien a su vez queda sorprendida con el vigor del viejo. Una vez terminado todo, al viejo le entra curiosidad de saber qué era lo que se había echado. Se levanta, va al baño, enciende la luz y busca la pomadita mágica que decía:
"POMADA PARA CALLOS: ¡endurece, seca... y a los tres días sea se cae!"
¿QUIÉN ES?
¡Toc toc!
- ¿Quién es?
- Tu nueva vecina rubia y actriz porno.
- ¡Ohhhh!
Abre la puerta.
- ¡¡Ajá!! ¡Caíste, somos los Testigos de Jehová!
LA MISA
Llega el esposo de la misa y se dirige a su esposa con una sonrisa, la abraza, la carga y baila con ella en el aire.
Ella, en extremo llena de felicidad, le pregunta:
- ¿Y qué fue el sermón del cura hoy? ¿Acaso que los esposos deberían ser más cariñosos con sus esposas?...
Y él le contestó:
- No coño... ¡¡dijo que debemos cargar nuestra cruz con júbilo y alegría!!
VIAJE A AUSTRALIA
Llega la mujer a su casa y el marido está preparando una valija. La mujer le pregunta:
- ¿Qué estas haciendo?
- Estoy preparando mi valija.
- ¿Y, para qué?
- Para irme a Australia.
- ¿Australia? ¿Por qué?
- Porque dicen que allá pagan 100 dólares por cada relación sexual.
La mujer se pone de inmediato a preparar su valija. El marido, incómodo, le pregunta:
- ¿Qué estas haciendo, mujer?
- Estoy preparando mi valija.
- Y… ¿para qué?
- Para irme a Australia.
- ¿Para qué?
- Para ayudarte, porque no creo que puedas vivir con 100 dólares al mes.
Esto es real como la vida misma. Muy recomendable para saber con quien nos la estamos jugando. En estos tiempos, se permiten gays en el ejército, en puestos políticos, en todos lados, ahora hasta Superman es gay. ¡CUIDADO!, hay que estar prevenidos: Cualquiera puede ser maricón. Así que para protegernos de semejante epidemia se han hallado los siguientes consejos, actitudes y comportamientos que hay que evitar, para que todos tengamos a salvo nuestra retaguardia y sigamos siendo MACHOS MACHOTES.
Reglas para no ser un maricón:
1 - El que llega a los 30 sin tener barriga: ¡Seguro que es gay! No hay nada más que decir.
2 - NO Comer pilón, chupa chups y otras cosas de esas que se chupan. Las únicas cosas que un hombre de verdad puede chupar son las patas de cerdo, los huesos de pollo, las cabezas de los langostinos, las patas de cangrejo, cualquier otro tipo de marisco y a las mujeres. Todo lo demás que se chupe son mariconadas y punto.
3 - Tener gato... ¡Por Dios! Solo un homosexual consumado tendría gato. Un gato es como un perro, pero en maricón. No tiene sentido común, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir, el hombre que tiene un gato en casa vive en una profunda relación homosexual. Fíjense que a un perro se le llama con dignidad masculina: "Hércules, cabrón, ¡ven aquí!", pero a un gato... "Bsss-bsss-bsss-bsss-bsss, micifu... bonito". ¡Ridículo! ¡Marica!
4 - No ir de campamento porque no hay sitio donde mear: Un hombre lo hace donde más le apetece. Quien nunca ha experimentado ver a un animal con los calzoncillos bajados, no sabe lo que es ser un hombre. Lo que las mujeres no saben es que ir de campamento es mear por todo el campo y así marcar el territorio como los MACHOS.
5 - Mirar el buzón del correo todos los días al llegar a casa: Eso es de maricones, un hombre MACHO, llega a casa después de ocho horas de duro trabajo y tres de tomar copas con los amigos, cansado, sudado y medio apestoso... así que: ¿qué piensan que es lo primero que hace? ¿Mirar el correo? ¡Por el amor de Dios!, un hombre solo mira el buzón si le cortan el agua, la luz o el gas. Además, han visto las llaves de los buzones, ¿lo pequeñas que son? Vean que no están hechas para los fuertes dedos masculinos. Son solo para chicas y afeminados.
6 - Pedir cafés descafeinados, café con leche descremada o similares: ¡Maricón! A ver, ¡un café es un café! Es fuerte, intenso, aromático... ¡es masculino! Las únicas cosas que se le pueden añadir al café son leche entera, coñac y whisky, y todo lo demás son cosa de mujeres. ¿Dónde se ha visto "oiga señorita, me da un cafecito con leche descremada..."? ¡PUÑAL!
7 - Saber el nombre de más de cuatro pasteles: Un hombre solo conoce, como mucho, el de chocolate, el de manzana, de piña y el milhojas. Lo suficiente para poder desayunar y tomar postre a la hora de comer. ¿Dónde se ha visto que un "hombre", como Dios manda, entre a una pastelería y diga "Disculpe me podría dar un frasier, un mousse de frambuesa y un claire"?
8 - Ir a la feria del libro. ¡M-A-R-I-C-A! ¿Para qué gastarse los pocos pesos que nos quedan en libros, cuando se puede ir a una feria mecánica o dedicarse a beber? Una feria de hombres es levantarse aún crudo a las siete y media de la mañana, ponerse los zapatos e irse para un desayuno campestre, a una exhibición de carros, una de deportes extremos o a un partido de beisbol. Una feria de hombres significa cervezas, mujeres guapas, las "edecarnes", cosas que manchen, risas, pedos y eructos, y jamás es pasarse el día entre libritos de mierda y sus amanerados buscando autores para que se los firmen.
9 - Conducir con las dos manos: Gay. ¡Re-Gay! Si los cowboys consiguen atar con el lazo a los novillos con una sola mano... ¿por qué un hombre ha de necesitar las dos para agarrar el volante? El último sitio donde un hombre necesita tener dos manos es precisamente el volante. Las dos manos manejando solo se usan para adelantar cambios y la otra debe estar libre para poder sintonizar el partido en la radio, hablar por el celular, agarrar la cerveza y sobre todo para meterle la mano a la chica que va al lado.
10- Mirar la fecha de caducidad de los alimentos en el supermercado: ¡De puñales! Un hombre no mira esas cosas porque es inmune a los alimentos caducados. Como se ha dicho, somos unas máquinas autosuficientes en salud, y unas salchichas caducadas o un trozo de pollo crudo y vencido son beneficiosas para la fauna intestinal masculina. Por no hablar de los que tocan las verduras, los tomates, los pimientos, etc., en el supermercado, para ver si están buenos...
11- Que si el calentador de agua no sirve, calentar agua en la estufa para bañarse.... ¡Remarica! Si no hay agua caliente, báñese con agua fría, sea hombre... Es muy putito ir con la ollita al baño para ducharse. O de plano ni bañarse, así, en su jugo es bueno, pa recordar lo cerdos y machotes que podemos ser, barba rasposa y pelos alborotados a la orden, ¡pues que chingaos!
12- Si después del baño de la mañana, tienes tu rutina de limpieza con cremitas humectantes, suavizante de manos y manicure... ¡Muy Puto! Solo le falta maquillarse para ser una mujercita. ¡Marica, muy puñal, reputo, soplanucas...!
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