En los últimos meses, el nombre del pequeño pueblo zamorano de Peleas de Abajo ha traspasado las fronteras levantando el interés de los medios británicos, franceses, argentinos e incluso mexicanos.
Sin embargo, a los periodistas extranjeros no les interesa la belleza de la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción o las fiestas estivales de la Virgen del Carmen, sino el agujero de casi 6 millones de dólares que convierte a esta localidad de 241 habitantes en la más endeudada de España.
La deuda municipal del ayuntamiento ronda el equivalente a más de 25 mil dólares por habitante o, lo que es lo mismo, unas diez veces la cifra atribuida a Madrid. Peleas de Abajo lleva 32 años acumulando deudas y, según las estimaciones, serían necesarios 500 años para poder pagarlas.
La mayor parte del endeudamiento tiene su origen en la residencia de mayores, un proyecto iniciado por el anterior alcalde, el popular Marcelo Jurado Rodríguez, al que la mayoría de los vecinos culpan de la insostenible situación económica del pueblo.
Por culpa de la construcción de este faraónico centro para personas de la tercera edad, el consistorio de la localidad zamorana mantiene deudas bancarias por valor de 3.4 millones de dólares, a lo que se suman otros 754 mil dólares en impagos a proveedores de la residencia y 729 mil dólares en concepto de aportaciones pendientes a la Seguridad Social, correspondientes a las nóminas de los trabajadores del centro.
De la abundancia a la nada
Tras ser considerado hace 50 años la 'Alemania de la región' por sus explotaciones agrarias punteras, a las que iban a trabajar vecinos de los alrededores, Peleas de Abajo ha pasado a convertirse en una especie de 'Grecia española', cuya única posibilidad de salir del agujero y no desaparecer como pueblo es que sus acreedores acepten una quita de un 85% de la deuda.
El pueblo ha visto embargadas todas sus tierras agrícolas, y sólo le queda en propiedad -por su carácter de uso público- el propio ayuntamiento, el Bar la Plaza, que comparte edificio con un centro cultural y la residencia de ancianos, a la vez principal responsable de la deuda acumulada y única esperanza de acabar con ella.
El centro cuenta con 120 plazas y da trabajo a 20 personas. Los planes del ayuntamiento pasan por transferir la gestión a una empresa privada que ayude a optimizar su funcionamiento y contribuya a reducir la deuda entre un 10% y un 15% en los próximos 20 años.
Más casos
A apenas 134 kilómetros de Peleas de Abajo, también en la provincia de Zamora, está Galende. Sus 1,151 habitantes censados también están pasando un calvario económico: sobre ellos pesa una deuda de casi 6 millones de dólares, es decir, tocan a casi 4,650 dólares por cabeza.
En los despachos del consistorio se acumulan casi 1,mil facturas pendientes de pago, que van desde unos pocos euros a montantes superiores a varias decenas de miles. Al igual que en el caso de sus vecinos de Peleas de Abajo, la mayor parte del dinero que debe Galende, unos 913 mil dólares, tiene su origen en la construcción de una residencia de ancianos. Además, se adeudan 250 mil dólares en concepto de recogida de basuras, 124 mil dolares de mobiliario urbano, 50 mil dólares en cloro y 152 mil dólares por el suministro eléctrico.
Pero, ¿cómo han llegado a esta situación? Según el grupo socialista de la localidad, la clave está en los 17 años que el alcalde de la localidad, el popular Jesús Villasante, ha pasado sin cobrar impuestos.
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