En lugar de su usar su cadena tradicional de la alcaldía y su traje oficial para saludar a la antorcha, se vistió de una salchicha de color rosa.
Sandra Ellington, una madre de dos hijos, de 38, dijo que ella probablemente pensó que era divertido y extravagante, pero nada de eso.
“La gente no podía quitar los ojos de encima porque se veía de muy mal gusto, aunque entre la multitud a algunos les dió risa”.
Otro ciudadano dijo que la cámara del conseko debe poner fin a este vergüenza y restaurar un poco de dignidad a la gente de Louth, que no quieren que el evento olímpico sea meramente para razones comerciales.
Algunos consideran este acto como un insulto al espíritu del movimiento olímpico y a las modestas personas que han llevado la antorcha, y que al parecer no fue tomado muy serio por Louth.
Aún así Makinson-Sanders defendió su elección de vestuario, según reporta The Telegraph.
Ella aclaró que el Ayuntamiento de Louth no fue oficialmente invitado al evento de la antorcha olímpica, por lo que ella no asistía en calidad de alcalde.
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