viernes, 22 de junio de 2012

EL COJO
Está un espantoso hombre cojo caminando por la calle y burdamente le dice a una muchacha:
- ¡Ay, mamacita, cómo estás de buena!
Ella, indignada, le contesta:
- ¡Cállese, cojo feo!
Y él le dice:
- No importa, yo te enseño.

TABACO
El 20 por ciento de las personas muere a causa del tabaco.
Por lo tanto, el 80 por ciento de las personas muere por no fumar.
Así que queda demostrado que no fumar es peor que fumar.

MEJOR NO
El marido moribundo le dice a su esposa:
- Camelia, antes de morir dime si alguna vez me engañaste.
Esta, sorprendida por tal pregunta le contesta:
- ¡Ay no, y si no te mueres!

COPAS
Llega un vaquero a un bar y le dice al cantinero:
- ¡Cantinero una copa!
El cantinero se la sirve, y el señor se la da al caballo. El caballo se toma la copa y el señor pide otra copa para su caballo, el caballo se toma la copa, y entonces le pregunta el cantinero:
- ¿Señor, usted no va a tomar nada?
Y le dice el señor:
- ¡No, yo manejo!

LA SUEGRA
Entre suegra y yerno:
- ¿A qué hora volvió anoche?
- A las ocho por tres menos cuarto de la madrugada -contesta el yerno.
- Pues bien -dice la suegra-, como eso se repita, multiplicaré la escoba por el mango y se lo dividiré por la cabeza.

CUERVOS
Dos agricultores están conversando:
- Vaya, ¡otra vez los cuervos se me han comido la cosecha!
- Pero hombre, haz como yo, pon un espantapájaros.
- Si siempre pongo uno, pero como si nada.
- Lo que tienes que hacer es pegarle una foto de mi suegra.
- ¿Y eso es efectivo?
- Mira, a mí los cuervos no solo no me han comido la cosecha, sino que me han devuelto la del año pasado.
ESPOSA
Una pareja estaba teniendo una discusión acerca de las finanzas familiares. Finalmente el esposo explota y dice:
- ¡Si no fuese por mi dinero, la casa no estaría aquí!
La esposa respondió:
- ¡Querido, si no fuese por tu dinero, yo no estaría aquí!

PERICO
Estaba un señor en un palenque de gallos y llevó a su perico. Cuando empezaron las peleas de gallos, había un gallo que siempre ganaba sin una herida. El perico miraba que el gallo había ganado muchas veces, entonces le dice a su amo:
- Patroncito, déjame pelear con este gallo para enseñarle que no sólo él puede.
Y le dice su amo:
- ¿Estás loco? ¡Te va a matar!
- No, ahorita le voy a enseñar que también los pericos pueden, ándele no sea malo, déjeme ir.
- No, tu estás loco.
- No patroncito, ándele por favor.
- Bueno, está bien, pero que conste que te lo dije.
Y los meten al palenque al perico y al gallo y le ponen la navaja y los sueltan en medio del palenque.
Después de un rato regresa el perico cansado y gritando pues el gallo le había pegado un navajazo y regresa con su patrón y le dice:
- ¡Patroncito, présteme su pistola este gallo trae machete!

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