Justo cuando Chandra Wisnu acababa de contraer matrimonio con su esposa Nanik, a los 33 años, y que se asumía como uno de los hombres más dichosos del planeta, comenzó a notar que aparecían en su espalda pequeñas hinchazones que recordaban a la forma de una burbuja.
Al poco tiempo este extraño síntoma dérmico se había intensificado al grado que el resto de los habitantes de su aldea en Indonesia le comenzaron a llamar ‘el hombre burbuja’.
Esta durísima lección de vida se ha mantenido por 24 años, y ahora Wisnu, a sus 57 años, reflexiona sobre su condición.
Tras haber asistido a decenas de médicos la teoría más coherente es que su enfermedad está ligada a un desorden genético o tal vez a un problema en el sistema nervioso. sin embargo, lo cierto es que en realidad ningún doctor ha logrado explicar convincentemente su condición.
Viviendo a las sombras de la interacción social, evitando los incómodos o incluso degradantes momentos que su aspecto detona, ahora Wisnu enfrenta uno de los mayores retos de su vida: transmitir la templanza necesaria a sus dos hijos quienes comienzan a evidenciar síntomas similares en sus cuerpos.
Por esta razón decidió compartir su historia, sus vivencias, con la esperanza de allanarle el camino a sus descendientes. Para el resto de nosotros la de Wazu es una épica historia fortaleza humana.
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