En Nueva Escocia, Canadá, un hombre tuvo la fortuna de encontrar una langosta coloreada naturalmente en una rara tonalidad azul; se presenta un ejemplar de estos por hasta 2 millones de individuos.
En un suceso que nunca mejor dicho podríamos calificar de afortunado, un pescador en Nueva Escocia, al oeste de Canadá, encontró un raro ejemplar de langosta cuyo caparazón está coloreado en una rarísima tonalidad azul, efecto natural de un exceso de proteínas en su organismo.
Bobby Stoddard, capitán de una embarcación que se dedica a recolectar estos crustáceos en las costas canadienses, lleva 33 de sus 51 años laborando como pescador, pero nunca hasta ahora se había encontrado con espécimen tan destacado. Se dice que la probabilidad de que esto ocurra es de 1 en 2 millones.
De acuerdo con investigadores de la Universidad de Maine especializados en langostas, la extravagancia cromática se debe a un defecto genético en una proteína específica, con lo cual el usual color rojo o anaranjado del crustáceo se torna en un azul metálico verdaderamente único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario