domingo, 9 de octubre de 2011

NEGOCIO
Un tipo va en una visita guiada a una fábrica que produce diferentes productos de látex. En la primera parada le muestran la máquina que fabrica los chupetes de los biberones. La máquina hace un ruidoso 'Hishhh-Pop', 'Hishhh-Pop', 'Hishhh-Pop'.
- El 'Hishhh' es el caucho que es inyectado en el molde -explica la guía-. El 'Pop' es la aguja que crea un agujero en el extremo del chupón.
Más adelante, el viaje alcanza la parte de la fábrica donde se hacen los condones. Aquí la máquina hace un 'Hishhh', 'Hishhh', 'Hishhh', 'Hishhh-Pop'.
- ¡Espere un minuto! -dice nuestro visitante-. Entiendo cual es el 'Hishhh' 'Hishhh' 'Hishhh', pero ¿qué es ese 'Pop' tan a menudo?
- Oh, es lo mismo que en la máquina de los chupones de biberón: crea un agujero cada cuatro condones.
- Pero... eso, ¡es una mariconada!
- Efectivamente, pero... ¡Es buenísimo para el negocio de los chupones!

PERFUME FRANCÉS
Un borracho está afuera de una cantina; en eso, pasa una muchacha vestida muy elegantemente y despidiendo un olor muy agradable. El beodo la piropea:
- ¡Qué bonito huele!
- Letue franzue, perfume francés, $150 francos -le contesta la chica.
Entonces, el borrachín se tira un pedo y la joven se queja:
- ¡Qué feo huele!
- Frijol bayo, $9.50 el kilo -presume el temulento.

EL INCRÉDULO
Una chica que llega desconsolada y llorando a lágrima viva a casa de su madre, diciendo; que no se piensa casar con su novio a pesar que la boda se celebra dentro de 2 días.
- ¡A ver! Cómo es eso de que no te casas... ¿Qué demonios te pasa ahora con Pepe?
- Verás mamá. No me caso con Pepe, porque el tipo es un completo ateo. Tiene la desfachatez y el descaro de decirme en mi propia cara que él no cree que exista ni el paraíso ni el infierno...como comprenderás, con la educación que me habéis dado, no puedo casarme con él.
- ¿Cómo dices? ¿que no cree que exista el paraíso y el infierno? Hija mía, tú no te preocupes... ¡¡¡Cásate con él!!! Que entre tú y yo le demostraremos que existe el infierno.

SALUDABLE
Padre e hija se dirigen a la escuela; de pronto, la niña pregunta:
- Papá, ¿qué le pasa a ese caballo?
El padre mira hacia el caballo y al percatarse que el caballo tiene una erección, le dice a su hija:
- No mires a ese caballo porque está enfermo.
Al día siguiente:
- Papá, el caballo sigue enfermo.
- Si, hija, no lo mires que todavía está enfermo.
Al tercer día, la niña es llevada a la escuela por su madre.
- Mamá, no mires ese caballo porque está enfermo.
La madre, curiosa, mira el caballo y le pregunta a la hija:
- ¿Quién te dijo que ese caballo estaba enfermo?
- Papá me lo dijo.
- ¡Ay, hija, ya quisiera tu padre tener la mitad de la salud que tiene ese caballo!


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