lunes, 2 de enero de 2012

A la policía británica le roban desde las patrullas hasta el té

Desde patrullas hasta el tradicional té, pasando por elementos de trabajo -u ocio dependiendo de su nuevo uso- como uniformes y esposas. Miles de libras en equipamiento policial han sido robadas de estaciones de policía a lo largo y ancho del Reino Unido. Ya no hay lugar a salvo de los delincuentes.
"La lista es asombrosa y los contribuyentes se preocupan de que la policía, que da consejos sobre prevención del delito, no pueda evitar que les roben a ellos mismos", sostiene Emma Boon, directora de la Alianza de Contribuyentes.
La lista sigue con medidores de velocidad, perros, escudos antidisturbios, o vehículos particulares de los oficiales.
La información de los robos ocurridos en los últimos cinco años salieron a la luz gracias un pedido de información de la Press Association británica, basada en la Ley de Libertad de la Información mediante la que particulares y grupos pueden solicitar información oficial de la que dispongan las autoridades.
Los robos más importantes fueron en Manchester. Los ladrones se llevaron una patrulla avaluada en US$ 15.000 y un vehículo particular valorado en US$47.000.
La jefa adjunta de la Policía de Manchester, Lynne Potts, aseguró que se han tomado estos datos con la mayor seriedad y que se tomarán medidas para resguardad la propiedad, el equipamiento y los vehículos.
Los pedidos de información a cada cuerpo policial del Reino Unido revelaron que los ladrones también se llevaron identificaciones, bicicletas, escudos y alcoholímetros.
Entre los objetos más raros se encontraban un pequeño refrigerador, filmaciones de circuito cerrado, un paquete de pasteles, y una maceta de plástico.

Robos oportunistas
Más llamativo aún fueron las sustracciones de un maniquí, un paquete de 20 rollos de papel higiénico y saquitos de té por valor de US$70. También desaparecieron un recibo de apuestas, formularios de fianzas y boletas de estacionamiento.
La Alianza de Contribuyentes está preocupada con la revelación de hechos como estos. Esta organización, que se dedica a fomentar la eficiencia en el uso de los fondos públicos, ha pedido que se realice una investigación. "Los robos a las fuerzas le cuestan dinero a los contribuyente y todo este equipamiento se suma a una gran cuenta que podría ser reducida", explica Boon, su directora.
La información suministrada por la propia policía demuestra que los ladrones se aprovecharon de descuidos para hacerse con artículos como teléfonos celulares y computadoras.
Una de las patrullas que se llevaron los ladrones, por ejemplo, pudo se robada porque las llaves estaban al alcance de cualquiera.
Pero a los delincuentes no les alcanzó, en estos cinco años a los que se refiere el informe, con robarse objetos. También se llevaron animales. Un terrier, un lurcher, y varios pitbulls desparecieron las dependencias policiales.
Podría parecer que ya no queda nada que le pudiesen haber robado a la policía en sus propias narices. Pero sí lo hay. Café, varios litros de leche semidescremada, un bol de cereales y un recipiente para comida.
Quizás al hacerse público estos hechos que la dejan casi en ridículo las fuercas policiales del Reino Unido se tengan un poco más de cuidado para cuidar su imagen. No vaya a ser que los uniformes acaben siendo utilizados en fiestas de disfraces y las esposas sean revendidas en sex-shops.

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