Pero cuando habían pasado apenas nueve años de su boda, había una gran diferencia... esta vez Barry era una mujer llamada Jayne.
Y Anne estaba más que dispuesta a seguir adelante con la ceremonia para mostrar lo mucho que amaba a su nueva esposa.
"Al principio, Anne se puso furiosa cuando le dije que quería un cambio de sexo", dice Barry, de 43 años, un ex conductor de autobús que cambió su nombre a Jayne.
"Nuestro matrimonio estaba pasando por problemas y ella pensó que yo había estado engañando con otra mujer. Pero yo sólo quería ser una mujer.
"Anne llegó a aceptarme por lo que yo quería ser, y me encanta como Jayne. La renovación de nuestros votos parecía la mejor manera de decirle al mundo lo felices que estamos con nuestras nuevas vidas".
Anne, de 53 años, agrega: "Me entristeció por la pérdida de Barry, pero había partes de Jayne que me gustó conocer. Ahora nos sentamos y se ríen y hablan de pelo, la ropa y el maquillaje.
"Para mí, nuestra segunda boda fue más especial que el primero ya que sabía Jayne finalmente a gusto con lo que era."
A pesar de que un joven Jayne cuenta de que no era como los otros niños. "En la escuela se parecía más normal para jugar a la rayuela con las chicas en vez de futbol con los chicos", dice Jayne. "Me empezó a vestir en las faldas de mi madre y se viste cuando ella estaba fuera. Poner mi propia ropa de nuevo se sintió como volver a la cárcel.
"Cuando fui mayor me gustaría comprar ropa de mujer y conducir a zonas donde nadie me conocía a vagar por las calles con un vestido y tacones altos".
Desesperado por encajar, Jayne intentó ligar con chicas y en 1995 conoció a Anne a través de una columna de corazones solitarios. "Nos llevamos bien enseguida, y a pesar de mi crisis de identidad, me sentí atraído por completo a Ana", dice Jayne.
Y Ana, que había pasado por un divorcio, fue arrollado por buena apariencia juvenil de su amante. "Jayne era tan dulce. Todo el mundo dijo que era mi toyboy. No me importaba, estábamos en el amor".
Después de salir durante seis meses, se fueron a vivir a una casa juntos en Halifax, West Yorkshire. Luego, en 2002 se casaron. "Ninguno de nosotros podía dejar de sonreír", dice Jayne. "Me puse mi mejor traje y Ana llevaba un vestido precioso".
Sin embargo, Jayne todavía estaba luchando con lo que era. "Cuando Ana salió de la casa que había vestido con una falda y las perlas y en Internet los foros de discusión que me hacen pasar por una chica".
Anne también sentía que algo estaba mal y en 2008, Jayne confesó todo.
"Fue difícil", dice Jayne. "Decirle a la mujer que amaba que yo también quería ser una mujer no es fácil".
Finalmente, después de una gran cantidad de introspección Anne decidió apoyar a su marido. "Yo no podía aceptar que, para empezar", dice Anne. "La primera vez que vi a Jayne con un vestido que empecé a cortar con unas tijeras. Pero poco a poco me di cuenta de que a pesar de que mi marido quería llegar a ser mujer, mis sentimientos no han cambiado".
Jayne se empezó a vestir como una mujer se inició en el curso de las hormonas femeninas para suavizar su piel y reducir su pelo del cuerpo.
Y el año pasado la pareja reafirmó sus votos.
"Esta vez nos fuimos de compras vestido juntos", dice Anne. "Fuimos muy cuidadosos para asegurarnos de que no choque. Los dos nos tomamos un ramo de flores, a pesar de que el mío que era un poco más grande".
Ana añade: "Todavía me gusta la misma persona si se les llama Barry o Jayne... a pesar de que no volverme loco cuando ella me roba la ropa sin pedirme permiso!".
Jayne y piensa que ella es la mujer más afortunada viva para tener una esposa tan cuidadosa y amante de Anne. "La gente puede pensar que soy raro o anormal uno. Pero todo lo que me importa es que mi mujer me ama".
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