miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Huyó Jesús para acabar cultivando arroz en Japón?

¿Engaño a todos el Mesías, dejando su lugar en la cruz, para llevar una vida apacible en el norte de Japón, con una familia, cultivando arroz?
Quizás porque la Biblia ha sido usada por la Iglesia como un mecanismo de control de la conciencia humana y por la misma incertidumbre histórica que rodea la vida de Jesús, es posible considerar todo tipo de leyendas sobre lo que en realidad ocurrió con esta figura religiosa. Una de las historias  alternativas más citadas sobre la vida de Jesús es la que señala que el llamado “Mesías” tuvo una descendencia -una “sangre real”-, procreando con María Magdalena, la divina esposa; también se dice que Jesús estudió en la India y en Egipto dentro de escuelas esotéricas. Menos conocida es la leyenda del Jesucristo japonés. Una leyenda sumamente curiosa, aunque improbable.
La leyenda japonesa sostiene que Jesús escapó de su muerte inminente en Jerusalén y viajó, buscando posiblemente el anonimato, a Aomori, donde se convirtió en un acaudalado agricultor. Un monumento, conocido como la Tumba de Cristo, al que se llega cruzando un huerto de manzanas, atestigua está supuesta historia y atrae a turistas de todo el mundo.
Según relata esta leyenda, Jesús, como si fuera Odiseo, logró salvarse de la muerte con una argucia: su lugar fue tomado por uno de sus hermanos  (el cual extrañamente también estaría enterrado con él en Japón). Antes de arribar a la isla del Sol Naciente, Jesús habría cruzado Siberia (quizás visitando a algunos chamanes de la zona, ¿o comiendo amanita muscaria con los renos voladores?). En Aomori, habría encontrado la fortuna, una familia y la muerte pacífica a los 114 años de edad.
Un reportero de la BBC relata como conoció en este poblado a Sajiro Sawaguchi, supuestamente uno de los descendientes de Jesús, que a sus 80 años mantiene una complexión más parecida a la del Buda feliz y regordete que a la del Cristo de la iconografía clásica. Al parecer Sawaguchi no le pareció muy “mesiánico” o tocado por el dedo divino.
La leyenda parece originarse del descubrimiento de una serie de documentos en antiguo hebreo que supuestamente detallan la vida de Jesús en Japón. Sólo poco más del 1% de la población japonesa es cristiana; paradójicamente creer que Cristo murió en Japón haría que una persona no fuera muy grata dentro de los fieles más dogmáticos de esta religión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario