La joven, identificada como Shannon, describe su compulsión extraña en un nuevo documental. En él dice que toma hasta 12 cucharaditas (unos 60 ml) de combustible al día. Afirma que le provoca emoción al principio pero luego se quema la parte posterior de su garganta.
Ella insiste en que a pesar del dolor no se puede resistir, pues asegura: “a pesar de que me duele, me hace sentir bien“.
TLC ha mostrado una nueva historia en “Mi Extraña Adicción“, y cuenta con imágenes en las que la madre de Shannon, dice que se vio obligada a enfrentarse a su hija sobre su compulsión peligrosa cuando empezó percibir el aroma que desprendía, reporta The Sun.
Los productores del programa estiman que Shannon ha bebido unos 19 litros en el último año.
Beber gasolina puede causar daños severos al sistema nervioso, corazón, hígado, riñones, pulmones y médula ósea.
Estos riesgos no impidieron que un británico se expusiera a un comportamiento similar.
El 2005, se dio una orden de comportamiento antisocial a Brian Taylor, que le prohibía ir a cualquier gasolinera de su ciudad natal, Middlesbrough, por llegar a beber gasolina de la bomba.
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