Zeng Lingjun, un zapatero y cerrajero de 33 años, vive desde hace una década en un baño público de la ciudad china de Shenyang. Lingjun viajó a esa localidad siendo joven en busca de fortuna, y a su manera la encontró ya que parece feliz con su humilde existencia.
Según informó China Daily, en su nueva ciudad, alquiló el baño público y pasó a transformarlo en su hogar y lugar de trabajo. Muy pronto pudo fundar un taller de reparación de calzado y cerrajería, lo que le ayudó a encontrar a su esposaWang Zhixia, con la que se casó y tiene un hijo.
Para adaptar el espacio al nuevo tamaño de su familia, Lingjun modificó los espacios de los inodoros y cubrió los retretes para hacer una cama. Cuando el olor del alcantarillado es demasiado fuerte, tiran de la cadena para renovar el agua.
El matrimonio asegura que a pesar de sus pobres condiciones de vida, nunca dejan de ducharse y atender con cuidado y amor a su pequeño hijo de un año.
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