El reto de Susanne Eman es poco convencional. Esta mujer estadounidense, de 33 años y madre de dos niños, se ha propuesto convertirse en la persona más gorda del mundo y ánimo y apoyos no le faltan para conseguirlo.
Actualmente, Susanne pesa más de 340 kilos pero su objetivo es superar los 730, según publican algunos medios como el Daily Mail.
Para ello, no escatima en esfuerzos ni recursos. Susanne comienza el día con un contundente desayuno. Tocino, huevos revueltos, patatas fritas, batidos y varios sándwiches componen el almuerzo de primera hora que le aporta más de 4600 calorías.
Su pareja le apoya en este complicado y peligroso reto. Parker Clack, de 35 años, es un cocinero que le ayuda en su objetivo de ser la mujer más gorda del planeta.
"Somos tal para cual. A mi me encanta comer y a Parker le encanta cocinar. Somos la combinación perfecta", asegura la propia Susanne.
"Yo la apoyo porque esto la hace feliz. Por supuesto que me preocupo por su salud, y por eso intento también que coma alimentos saludables como ensaladas y haga un poco de ejercicio", comenta Parker
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