"Los nuevos datos recogidos por la Messenger refuerzan la evidencia de que hay alguna clase de elemento volátil y el agua helada parece bastante probable", Maria Zuber, investigadora del MIT
Pese a que las temperaturas de la superficie pueden superar los 400 grados centígrados, algunos cráteres de los polos del planeta Mercurio están permanentemente a la sombra. Esto los convierte en las llamadas trampas frías.
Estudios anteriores revelaron la presencia de manchas o áreas cerca de los polos de Mercurio que emiten reflejos fuertes al radar – una característica del hielo.
Ahora, la sonda Messenger mostró que estas "manchas brillantes al radar" coinciden precisamente con los cráteres en la sombra.
La Messenger es tan sólo la segunda nave espacial, después del Mariner 10 en los años 70 del siglo pasado, que visitó el planeta más cercano al Sol.
Antes de la llegada de la Messenger, muchas franjas de la superficie de Mercurio no se habían trazado en un mapa.
Las manchas brillantes fueron detectadas por telescopios de radio en tierra en los años 90 pero, como explicó la coautora del estudio, Nancy Chabot, "nunca habíamos tenido a disposición las imágenes para poder ver la superficie en la que estos elementos brillantes al radar están localizados".
Los investigadores superpusieron imágenes de las manchas brillantes del Observatorio Arecibo sobre las últimas fotografías de los polos de Mercurio obtenidas con un instrumento de la sonda Messenger, el MDIS.
"Las imágenes del MDIS muestran que todas las características brillantes al radar cerca del polo sur de Mercurio están localizadas en áreas de sombra permanente", dijo Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (JHUAPL, por sus siglas en inglés).
"Cerca del polo norte de Mercurio este tipo de depósitos sólo se ve en regiones en sombra, por lo que los resultados son consecuentes con la hipótesis del agua helada".
Sin embargo, dice cautelosa, esto no constituye una prueba, y para muchos cráteres, los depósitos de hielo necesitarían estar cubiertos por una capa fina (entre 10-20 cm) de detritos aislantes para poder permanecer estable.
Maria Zuber, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que es coinvestigadora en la misión de la Messenger, le dijo a la BBC: "La interpretación más interesante de las impresiones del radar es que eran debidas al agua helada.
"Se pensó que podía haber sido por el azufre, otras hipótesis hablaban de la aspereza de la superficie -aunque no había motivos para pensar que los cráteres en los polos debían ser más rugosos que aquellos en latitudes bajas.
"Los nuevos datos recogidos por la Messenger refuerzan la evidencia de que hay alguna clase de elemento volátil y el agua helada parece bastante probable".
Mercurio: el planeta más recóndito
El planeta Mercurio fue visitado por primera vez por la sonda Mariner 10 en la década de 1970; y actualmente por la Messenger.
El diámetro del planeta es de 4.880km - cerca de un tercio del tamaño de la Tierra.
Es el segundo planeta más denso del Sistema Solar; 5,3 veces más que el agua.
La cuenca Caloris es su rasgo conocido más grande (con un diámetro de 1.300km).
Los científicos especulan con la posibilidad de que haya agua helada en los cráteres del planeta que están permanentemente en la sombra.
El enorme núcleo de hierro de Mercurio ocupa más del 60% de la masa del planeta.
Es un lugar extremo: las temperaturas de la superficie oscilan entre los 425º C y los -180º C.
Mercurio es el único planeta interior, además de la Tierra, que tiene un campo magnético global.
Messenger es la primera nave espacial que llega a la órbita del planeta.
Zuber señaló que distintos instrumentos de la Messenger se estaban analizando para poder dar respuesta al acertijo del hielo: "Considero que es un tema en el que podemos encontrar una respuesta definitiva, en oposición a un ‘creemos que puede ser esto’", explicó la investigadora del MIT.
Este miércoles, científicos de la misión Messenger publicaron hallazgos que indican que Mercurio fue geológicamente activo durante un largo período de su historia.
Datos de la sonda muestran que cráteres de la superficie del planeta fueron distorsionados por algún tipo de proceso geológico después de que se hubieran formado.
Los resultados, publicados en la revista Science, desafían otras visiones mantenidas durante largo tiempo sobre el planeta más cercano al Sol.
Los científicos también presentaron un nuevo modelo de la estructura interna de Mercurio, que sugiere que el enorme núcleo del planeta está encajado en un caparazón de sulfuro de hierro -una situación no vista en ningún otro planeta.
La sonda Messenger se lanzó en 2004, y entró en la órbita de su objetivo en marzo del año pasado. La NASA anunció recientemente que su misión se extenderá hasta 2013.
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