México, DF.- La Procuraduría General de la República (PGR) tiene en su poder 3 millones 769 mil dólares en efectivo que fueron robados el pasado 29 de julio de la bóveda de un banco en Alaska.
El pasado 1 de septiembre, la dependencia notificó por edictos al banco estadounidense Key Bank que tiene 90 días para reclamar el dinero que un empleado robó de la bóveda de una sucursal en Anchorage, o de lo contrario pasará al erario mexicano.
Los fondos fueron asegurados el 2 de agosto, cuando Adán Cazarez Valenzuela y su novia, Lesya Fergeyevma Bindas, de origen ucraniano, fueron detenidos en la aduana de Sonoyta, Sonora, al ingresar por autobús a territorio mexicano.
Inicialmente, la PGR pensó que se trataba de fondos del narcotráfico y el 7 de agosto informó en un comunicado que un juez federal había ordenado el arraigo por 40 días de los sospechosos para investigarlos por delincuencia organizada y lavado de dinero.
En realidad, Cazarez, de 26 años, era empleado de Key Bank con funciones de gerente de servicios de bóveda, según consta en el proceso iniciado en su contra por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 17 de agosto ante una corte federal de Anchorage.
Key Bank forma parte del grupo financiero KeyCorp, con sede en Cleveland. Es el vigesimoprimer banco más grande de EU.
Lo más probable es que el dinero será entregado al banco, pues las autoridades estadounidenses ya trabajan con el Gobierno mexicano para la repatriación de Cazarez.
El robo no tuvo mayor complicación, pues Cazarez se limitó a entrar a la bóveda cuando ya no había nadie en el banco un viernes por la tarde. Llenó varias cajas con billetes que sumaron 4 millones 300 mil dólares y las sacó de la sucursal en un carrito. Se desconoce el destino del dinero restante.
Agentes del FBI ya interrogaron a Cazarez, aunque no está claro si vinieron a México a hacerlo, y la declaración jurada que presentaron a la Corte deja claro que el ladrón no tenía un buen plan de largo plazo para disfrutar de su riqueza repentina.
Lo primero que hizo Cazarez fue manejar más de 900 kilómetros desde Anchorage hacia Juneau, donde tiene una casa. Ahí pasó el dinero a unas maletas y abordó un vuelo privado hacia Seattle.
Ya en Seattle, en donde aparentemente se encontró con su novia, abordó un taxi que lo llevó a comprar un rifle de asalto AK-47 y un revólver calibre 38 especial, este último aún en su poder cuando fue detenido en Sonora.
Cazarez y su novia manejaron hasta California. El 31 de julio, la pareja empezó a improvisar y decidió visitar a un tío de Bindas que vive en México. "El tío nos sugirió dejar el Ford porque no iba a aguantar los caminos en México, así que compramos boletos de autobús", declaró Cazarez.
Al pasar la frontera, el autobús fue detenido para revisión y agentes migratorios rápidamente separaron a Cazarez y Bindas de los demás pasajeros para revisar sus cuatro maletas, donde además del dinero llevaban el revolver.
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