La presidenta de la Comunidad de Madrid ha suspendido un examen sorpresa. Lo curioso del caso es que el control de Lengua se lo ha puesto ella misma. Esperanza Aguirre envió una carta a 21.000 profesores madrileños, a los que quiere alargar la jornada laboral, y estos se han encontrado con un buen puñado de faltas de ortografía y han hecho lo que suelen hacer, corregirlas y devolver la prueba al alumno.En la epístola de la presidenta faltan varias tildes en el adverbio más y en las conjugaciones verbales irá o está. Sin embargo, la corrección castiga a la presidenta con un tachón en el acento gráfico en un cómo que sí debe llevarlo.
Otro de los vicios de la presidenta parece ser el abuso de las mayúsculas y de alguna coma de más.
Además de la ortografía, los profesores reprochan a Aguirre que incurra en algunas contradicciones lógicas como defender recortes educativos con el argumento de que los jóvenes van a engrosar las listas del paro: "a peor educación, más paro", amonestan a la presidenta.
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