Pocos libros reciben tanta publicidad como la que ha recibido la decimotercera edición de "The Times Atlas of the World".
No sólo es considerado como el Atlas más prestigioso del planeta, sino que además esta versión, como las anteriores, registra grandes cambios en el mundo.
Aparece, por ejemplo, un nuevo país y otro más pequeño, resultado de la división de Sudán, y un Mar de Aral tremendamente reducido.
Pero lo que más llamó la atención desde el principio fue Groenlandia, esa gran isla de hielo que, según los editores del mapa, había perdido 15% de su capa helada en los últimos 12 años.
Como resultado, aparecían zonas de color marrón en las costas sur y este del territorio groenlandés que en las ediciones anteriores habían sido blancas y grises.
El área de la pérdida era equivalente a la del Reino Unido e Irlanda.
El problema es que no era cierto. Y los glaciólogos inmediatamente gritaron "¡no!".
Sin lugar a error
"Tras el 'Himalayagate', nosotros los glaciólogos somos hipersensibles a errores mayúsculos en fuentes supuestamente fidedignas", explicó Graham Cogley de la Universidad Trent de Canada, refiriéndose al informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de Asia que exageró la predicción de que los glaciares del Himalaya se derretirían en 2035.
"El cambio climático es real, y la capa de hielo de Groenlandia se está encogiendo, pero esos datos no están respaldados por la ciencia", sentenció Cogley.
A eso le hizo eco el Instituto Scott de Investigación Polar, mientras que Jeffrey Kargel, el científico a cargo del proyecto GLIMS de la Universidad de Arizona que intenta mejorar el mapeo del hielo y los glaciares desde el espacio fue aún más cáustico cuando habló con Richard Black de la BBC.
"Esos nuevos mapas son ridículos, totalmente exagerados respecto a la realidad del rápido cambio en Groenlandia -exclamó-. Yo no sé cómo los produjo Times Atlas pero NO son científicos".
Y con ello subrayó un misterio... ¿qué pasó?
¿De dónde salieron?
En una declaración de al editorial HarperCollins, que publica el mapa, emergió que los cartógrafos de alguna forma llegaron a ese ahora famoso 15% a través del NSIDC o Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos.
Cuando Black se comunicó con Ted Scambos, uno de los investigadores en ese centro, le dijo que ni él ni sus colegas sabían qué había pasado.
Una de las teorías que manejaban en ese momento -el lunes pasado-, era que la cifra se hubiera derivado de un mapa publicado en el Atlas de la Criósfera, de la NSIDC.
De ser así, señaló Scambos, era un grave error.
"Su intención es ser un mapa del espesor de la porción central de la capa de hielo, no de los glaciares periféricos y no muestra los bordes de la capa de hielo", le dijo al especialista de la BBC.
Pero lo que realmente le preocupa a Scambos es otra cosa.
La proporción real del área perdida de la capa de hielo durante los últimos 12 años es de 0.05%, señala.
"Me preocupa que al público no le van a parecer importantes estos cambios pues el valor real comparado con la cifra equivocada del 15% suena muy bajo".
"Sin embargo, si uno mira la costa, si mide algunos de estos glaciares, uno ve cambios increíbles de nivel: están perdiendo elevación rápidamente, en la escala de decenas de metros, algunos de ellos".
Al final, la editorial admitió que había cometido un error.
"Llegamos a este dato comparando la extensión de la capa de hielo entre la 10ª y la 13ª edición del atlas. La conclusión que sacamos, que 15% de la capa de hielo antaño permanente se derritió, fue destacada en el comunicado de prensa, no en el Atlas", se lee en un comunicado de HarperCollins.
"Se hizo sin consultar a la comunidad científica y era incorrecto. Pedimos disculpas por ello", agrega la editorial.
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